La región mixteca de Oaxaca se encuentra nuevamente bajo una intensa tensión tras la reactivación de añejos conflictos agrarios que han desembocado en enfrentamientos armados, quema de viviendas y el desplazamiento forzado de familias, sin que hasta el momento las autoridades logren ofrecer una solución permanente.
La violencia recrudeció en las últimas horas con disparos de arma de fuego reportados en la zona en disputa entre Santa Lucía Monteverde (Putla) y Santa Catarina Yosonotú (Tlaxiaco), una disputa que involucra aproximadamente cuatro mil hectáreas de tierra y que pone en riesgo a los habitantes de agencias como Morelos Yosonotú, Buenavista y Agua de Toro.
Este conflicto agrario, que lleva décadas y que, según pobladores, ha dejado decenas de muertos, viviendas incendiadas y familias desplazadas, ha sido evidenciado a través de videos de balaceras difundidos en redes sociales, con pobladores reportando ráfagas de armas que se escucharon por varias horas durante la madrugada del miércoles.
La escalada de violencia se intensificó con un segundo conflicto agrario reactivado este jueves, que resultó en la quema de tres viviendas en la comunidad de Buena Vista, perteneciente a Santiago Yosondúa.
Este ataque agrava la situación de los pobladores de Buena Vista, quienes se encuentran desplazados desde agosto y ahora se refugian en condiciones precarias en el palacio municipal de Yosondúa.
Más de 200 personas, incluyendo niños, adultos mayores y mujeres embarazadas, viven sobre cartones y sin servicios básicos ante el temor de ser alcanzados por las balas.
Las comunidades involucradas, Santiago Yosondúa y Santa María Yolotepec, mantienen acusaciones cruzadas sobre quién inició el ataque, dejando la zona en un estado de “pueblo fantasma”.
Los desplazados claman por la intervención de las autoridades estatales y federales, pues aseguran que es mentira que exista una solución gubernamental, y la violencia continúa en este conflicto agrario que también se disputa hectáreas de tierra y que lleva un saldo sangriento.
