En un acto de indignación colectiva, vecinos y activistas por los derechos de los animales cerraron la intersección de Calzada Miramontes y Calzada Acoxpa, en la alcaldía Tlalpan, Ciudad de México, este jueves, para exigir justicia por Coapita, una perrita callejera que fue brutalmente agredida por un guardia de seguridad de la tienda Bodega Aurrerá en Villa Coapa. La manifestación, convocada a las 19:00 horas, reunió a decenas de personas que demandaron sanciones contra el responsable y medidas por parte de la cadena de supermercados para evitar futuros casos de maltrato animal.
El incidente ocurrió el viernes 4 de julio, cuando, según testimonios ciudadanos, Coapita ingresó al establecimiento buscando refugio de la lluvia y fue atacada a patadas por un elemento de seguridad privada, identificado como parte de la PBI, causando heridas graves al animal. Imágenes difundidas en redes sociales muestran a la perrita sangrando y con lesiones visibles, lo que desató una ola de indignación y llevó a los vecinos a rescatarla y llevarla a un veterinario para su atención.
La protesta, que generó un bloqueo vial en una de las principales avenidas de Tlalpan, busca presionar a Bodega Aurrerá y a su matriz, Walmart México, para que emitan un pronunciamiento oficial y tomen medidas contra el guardia señalado. Hasta el momento, ninguna de las empresas ha respondido públicamente, lo que ha intensificado las críticas en redes sociales, donde usuarios han etiquetado a las cuentas oficiales exigiendo responsabilidad.
El caso también ha puesto en el centro de la discusión el marco legal de protección animal en la Ciudad de México. El Código Penal del Distrito Federal, en su artículo 350 Bis, tipifica el maltrato animal como delito, con penas que pueden incluir multas y hasta dos años de prisión. Activistas han solicitado a la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC-CDMX) y a la Fiscalía General de Justicia (FGJ-CDMX) que investiguen el incidente y apliquen las sanciones correspondientes.
Organizaciones como Brigada Animal México se han sumado a la causa, exigiendo no solo justicia para Coapita, sino también la implementación de protocolos en los comercios para garantizar el trato ético hacia los animales.