Convertida en una arena política, la recién estrenada 64 Legislatura del Estado, es hoy blanco de ataques en lugar de debate con altura de miras, y cual si fueran porros, sin respetar la investidura que representan, mostrando ignorancia, lenguaje soez y desconocimiento del cargo que ostentan, diputados y diputadas locales se exhibieron esta semana cual novatos durante las comparecencias de funcionarios del Gobierno del Estado.
Y también los titulares de las secretarías del Gabinete estatal, durante la glosa del Segundo Informe de Gobierno han mostrado novatez, incapacidad, falta de oficio político, desconocimiento de las áreas que representan, y hasta nerviosismo.
Vamos por partes, porque ha sido la nota que ha permeado en los medios de comunicación en los últimos días y no es para menos.
De entrada, uno de los errores garrafales que no puede volver a repetirse por la investidura que representa y porque el Congreso del Estado es del pueblo de Oaxaca, no de un grupo político, es el lenguaje soez con que se condujo el presidente de la mesa directiva, César Morales Niño, quien en lugar de hacer una crítica sustentada al novato titular de la Secretaría de Finanzas, Jorge Gallardo Casas, le fue más fácil propinar insultos, y lo hizo víctima.
¡Mal, muy mal!
Me extraña de César Morales Niño, porque es comunicador antes que político, y en la profesión de comunicólogo y/o periodista lo que más se cuida es precisamente el lenguaje, porque informamos a la ciudadanía, somos portavoces y no se admiten las vulgaridades y hoy que es representante popular debería poner en práctica esa regla indispensable en el periodismo serio.
Lo que bien se aprende, jamás se olvida, pero tal parece que a Morales Niño se le olvidaron hasta los buenos modales.
En este tema de la novatez que han mostrado varios diputados y diputadas, principalmente de la bancada de Morena, para debatir en la más alta tribuna del Estado de Oaxaca, es importante destacar que para eso tienen un cuerpo de asesores, cada comisión permanente tiene un secretario técnico, y cada diputado que la integra, cuentan con sus asesores, a quienes deben poner a trabajar y casi, casi aprenderse de memoria los asuntos que competen a cada una de las secretarías de estado.
Decimos lo anterior, porque las y los representantes populares han hecho críticas a los funcionarios del Gobierno de Oaxaca, pero sin contar con la información adecuada, se van más por los señalamientos vagos, no van preparados sobre lo que adolece en cada uno de los rubros de la administración estatal, las fallas, las cifras contrastantes, una realidad que no se refleja en lo que los servidores públicos informan.
Por ejemplo, en el caso de Gallardo Casas, una de las fallas más recurrentes que ha tenido en la Secretaría de Finanzas es la falta de atención a las autoridades municipales, a cuyos ediles y alcaldesas no les toma ni la llamada, y las y los representantes populares deberían estar informados puesto que es a las comunidades a las que representan y enterarse de las necesidades de sus representados.
Ningún servidor público, ni siquiera un secretario de estado puede estar por encima de una autoridad municipal, que es un poder autónomo, merecen todo nuestro respeto, lamentablemente nadie les hace caso, ni siquiera sus diputados y diputadas por quienes emitieron su voto y les dieron la confianza.
Esa es la gran contradicción con los morenos.
Que desafortunado que las y los legisladores desperdicien de esa forma la gran oportunidad que tienen en sus manos de cuestionar con sustento, debidamente documentados a servidores públicos del Gobierno del Estado que han fallado irremediablemente, tienen que ponerse a leer, asesorarse bien, antes de abrir la boca y exigir cuentas claras, porque representan a la ciudadanía, no a un grupo político.
El mismo ejemplo de Gallardo Casas, es con el titular de Salud, Donato Casas Escamilla, que tampoco le contesta las llamadas a ninguna autoridad municipal, ni a los mismos legisladores, y aquí sí lo exhibió la diputada de Acción Nacional, María de Jesús Mendoza con el caso de una señora embarazada a la que no le dieron atención médica pese a que la solicitaron.
Otro asunto que en tema de salud le puede reventar al Gobierno, es la falta de capacidad financiera para operar los hospitales, como el de Juchitán, recientemente reinaugurado, de 60 camas, y apenas alcanza 20 camas, porque no hay dinero para cumplir con esa meta, al igual que el de Tlaxiaco y las y los diputados de esos distritos, ni por enterados.
Aunque ya viene el rescate por parte del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, quien ayer hizo el importante anuncio para estados del sureste del país en materia de salud, con una inversión de 25 mil millones de pesos, dentro de ellos Oaxaca, lo cual es de gran aliento porque urge rescatar del colapso financiero a este sector tan importante y fundamental para las y los oaxaqueños.
Es importante pues que las y los representantes populares, principalmente los de Morena, se pongan a leer, se informen bien antes de llegar a una comparecencia para no hacer el ridículo ni escupir vulgaridades. Hay que darle un mejor nivel al debate parlamentario.
Señoras y señores diputados, no están en la cantina, ni en la calle, para decir vulgaridades, el pueblo de Oaxaca al que dicen representar merece respeto y dejen de hacer víctimas a los funcionarios, en lugar de exigirles cuentas claras y resultados.
Y el otro asunto, antes de que se me pase, también fue nota esta semana, es la actitud de algunos funcionarios al término de las comparecencias, principalmente la de Jorge Gallardo Casas y Donato Casas Escamilla, que le huyeron a la prensa, custodiados por el coordinador de la bancada del PRI, Alejandro Avilés Álvarez, cuyo papel ahora pareciera que es de “guarura”.
¡Válgame Dios!
Fueron los funcionarios más vapuleados en la prensa por su actitud arrogante, muy diferente, por ejemplo, al del titular de Segego, Héctor Anuar MafudMafud, quien al salir de su comparecencia ofreció una rueda de prensa improvisada, respondió al cuestionamiento de los medios, se tomó el tiempo que quiso y hasta dio entrevistas por separado, cual viejo lobo de mar. Se le reconoce el tacto y oficio político, que los anteriores a él no tuvieron y les fue como en feria.
Hasta el director de comunicación social, Francisco J Sánchez tuvo que hablar a prensa de Gobierno del Estado, para pedirles: “Ya llévense al abuelito”. Lo hizo, por supuesto, en son de broma.
Anoche Raymundo Tuñón Jáuregui, de la Secretaría de Seguridad Pública de Oaxaca, también respondió a las preguntas de los periodistas, quienes finalmente, como dijimos líneas arriba, somos portavoces de la sociedad que exige estar bien informada y la nota periodística se “perrea” a como dé lugar.
Así que funcionarios comparecientes, si hay algo que no se van a poder quitar de encima, es a la prensa, más vale que vayan preparados con información y no huyan, porque se ven muy mal. No les cuesta nada ser un poco más flexibles para dar la información.
Así las cosas en la 64 Legislatura del Estado, hoy convertida en “arena política”.
¡Qué vergüenza!
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