*Acusan a Grupo Salcedo de engañar a empresarios constructores, se pelaron con más de 70 mdp y dejaron tiradas a 20 constructoras
*Fueron 63 mil viviendas afectadas, de ellas 27 mil tuvieron daños totales, 38 mil parciales, además de seis mil escuelas dañadas, templos y monumentos históricos, entre otros
“Segundos antes del temblor se escuchó como algo hueco, en el momento del temblor no se lograba escuchar nada, solo el ruido, como pude logré salir a la puerta de mi casa, en el patio tengo un árbol de almendra, ahí veía como se levantaba y se acostaba, vi una luz que alumbraba las hojas, vi como un círculo de luz rodeaba el árbol, me agarré de una ventana casi estaba colgada, se movió como hamaca, parecía que el mundo iba a terminar, quién puede olvidar eso”.
Este es el relato de Irene Jiménez Sánchez, habitante de la séptima sección del municipio de Juchitán de Zaragoza, quien vivió el sismo de 8.2 grados que hace dos años, 7 de septiembre de 2017, afectó este municipio del Istmo de Tehuantepec.
Las primeras noches después del sismo, las vivió afuera, en el callejón Del Encanto, junto con sus vecinos pusieron una lona, mientras que para el día 8 de septiembre la lluvia y las réplicas fueron parte del sufrimiento de los pobladores.
A dos años de este sismo, Irene Jiménez aún vive con miedo, por las noches, durante la mañana, en la tarde, a todas horas tiene miedo, cuando pasa un carro pesado, “luegobusco donde salir, es lo primero que pensamos, estamos a la expectativa de que va a volver a temblar”, relata asustada.
Ella dice que tuvo suerte, ya que de acuerdo a datos oficiales 63 mil viviendas fueron afectadas en la región del Istmo, de éstas 27 mil tuvieron daños totales, 38 mil parciales, además de seis mil escuelas dañadas, templos y monumentos históricos, entre otros.
El gobierno federal entregó 120 mil pesos para las viviendas con pérdida total y 15 mil para parcial, muchas de las familias afectadas no pudieron reconstruir sus viviendas, otras aún a dos años duermen bajo una lona que instalaron en su predio, esperando que la ayuda tan anunciada llegue a la región del Istmo.
Su pequeña casa de teja de Jiménez Sánchez fue clasificada como pérdida parcial, el gobierno le dio 15 mil pesos para su reparación, “querían que la tumbara toda, pero no lo hice, reforcé con varillas de media toda mi casa, un albañil de Oaxaca me hizo este trabajo, si la hubiera tumbado no me habría alcanzado para levantarla de nuevo”, narra nostálgica la afectada.
“No fue suficiente porque cuando empezaron a vender subieron los precios de material, cemento, varilla, todo subió, para no perder la casa yo la reforcé, vino un señor de Oaxaca que andaba buscando trabajo”, refirió.
Para que se dé una idea, expuso, de cemento compré cuatro toneladas, me costó más de cuatro mil pesos, un carro de volteo de arena más de dos mil pesos, mientras que la mano de obra para el albañil fue de 20 mil pesos, “¿Ya sumó, ya se dio cuenta?, ¡claro que no alcanzó!”, recordó la mujer.
Días después del primer sismo que dejó 82 personas muertas y cuando la ayuda empezó a llegar a través de las tarjetas de BANSEFI, una supuesta empresa del que no se sabe su nombre, Irene Jiménez relató que empezó a pedir las tarjetas con la promesa de construir su vivienda, sin embargo, después de estos nunca se volvieron aparecer.
“Mucha gente que tuvo pérdida total les dieron la tarjeta, después ya no se supo más, se fueron con el dinero que nos habían dado para construir las viviendas”, señaló.
Actualmente la ayuda no ha llegado, las viviendas, templos, palacio municipal y escuelas siguen inconclusas, gente aún vive en lonas, su única esperanza es el apoyo anunciado por el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador para la reconstrucción del Istmo de Tehuantepec.
“Esperamos que con el apoyo del gobierno de AndrésManuelLópez Obrador este tema pueda mejorar, ya que están dando apoyos de 140 mil pesos, tenemos esperanza que nos va a llegar, la esperanza es lo único que no ha muerto en Juchitán, queremos levantarnos y se tiene que lograr”, confió la entrevistada.
Sección 22 y empresarios constructores evidencian corrupción en reconstrucción
El Istmo de Tehuantepec fue una de las regiones más afectadas por los sismos del 2017, que en los últimos días ha tomado importancia tras las declaraciones emitidas por empresarios constructores que denuncian al Grupo Salcedo, y por la Sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación.
Unos 22 empresarios de la construcción denuncian adeudos de más de 25 millones de pesos, pago que correspondía al acarreo de escombro y obras públicas realizadas durante el proceso de reconstrucción.
Los empresarios denunciaron a dependencias como la Secretaría de las Infraestructuras y Ordenamiento Territorial Sustentable (Sinfra) y al Instituto Oaxaqueño Constructor de Infraestructura Física Educativa (IOCIFED) por la falta de estos pagos, ya que éstas fueron algunas de las dependencias que han realizado el proceso de reconstrucción.
La Sección 22 en el Barrio de la Soledad en el Istmo de Tehuantepec decidieron suspender clases en 16 planteles para no exponer a unos dos mil 500 estudiantes, ante la falta de reconstrucción de los centros educativos.
Muchos de los alumnos de estas escuelas toman clases a la sombra de los árboles, con plásticos, lonas y a la intemperie, porque no se han terminado los trabajos de reconstrucción.
A principios de este año, la Fiscalía General del Estado de Oaxaca informó que la empresa constructora Grupo Salcedo sería investigada por presuntamente defraudar en la reconstrucción de escuelas devastadas por los sismos de septiembre de 2017.
De acuerdo a datos de esta dependencia, Grupo Salcedo tiene su sede en el Estado de México, misma que recibió más de 79 millones de pesos para reconstruir 70 por ciento de las escuelas afectadas por los sismos, sin embargo, cerró sus oficinas en la entidad sin pagar a 20 subcontratistas, que tuvieron que suspender sus labores.
Se sabe que al Grupo Salcedo le habrían entregado un anticipo de obras por 70 millones de pesos, sin embargo, dejó varadas a las empresas a las que subcontrató para que realizaran la reconstrucción de las escuelas.
Sin datos exactos en la reconstrucción de los sismos de 2017
La opacidad por parte de las autoridades estatales ha puesto en tela de juicio el destino de 200 millones de pesos que la 63 legislatura asignó para apoyar a los damnificados, “aunque nos entregaron un informe donde dicen que ellos ya aplicaron 600 millones de pesos en la reconstrucción”, así lo señaló el diputado local Pavel Meléndez Cruz.
El presidente de la Comisión Especial para seguimiento al uso y destino de los recursos asignados a trabajos de reconstrucción, aseguró que la Secretaría de Finanzas no ha explicado el destino de este dinero, pese a que han solicitado que se transparente los recursos, entre las anomalías que se presentan es el fraude cometido por el Grupo Salcedo.
Dijo que en el Istmo de Tehuantepec se tiene un avance que no llega al 20 por ciento, esto dividido en cuatro rubros; el tema de vivienda que no llega al 30 por ciento; escuelas al 20 por ciento y monumentos históricos no alcanza ni el 10 por ciento; mientras que en el tema de salud se puede contar el 10 por ciento en centros de salud y hospitales es lo mismo.
Mientras que en las regiones de la Mixteca y Costa a dos años, no se ha intervenido una sola vivienda, un solo templo o monumento histórico, en donde las personas esperan la ayuda de las autoridades estatales.
Resaltó que, durante el año 2017, Rosario Robles Berlanga reportó una inversión de 5 mil 800 millones de pesos, solo en el Istmo, distribuidos en tarjetas Bansefi y que en mucho de los casos no contaban con fondos.
Parte de los recursos destinados para la reconstrucción tras los sismos en el Estado de Oaxaca no existen, cuatro mil 800 millones de pesos destinados para esta tarea no llegaron a los damnificados, también concluyó la Comisión Especial de Seguimiento a los Recursos para la reconstrucción de la Diputación Local.
Meléndez Cruz, durante la inauguración del Foro “Perspectivas de Avance a dos años de los Sismos de 2017”, detalló que a través de recorridos en diversas regiones con afectaciones, han recogido el sentir de la población.
“Estamos a dos años de los sismos del siete de septiembre de 2017, el 7-S, y los avances en la reconstrucción, prácticamente es muy menor y desafortunadamente esta Comisión Legislativa, al recorrer las zonas afectadas ha encontrado la tristeza y la desolación de los pueblos y comunidades”, refirió.
En los últimos informes recibidos por la Comisión, se encontró que casi cuatro mil 800 millones de pesos fueron destinados a través de las tarjetas de BANSEFI en el Istmo de Tehuantepec, donde sólo fueron números, pero no familias las que veía la autoridad en turno, abundó.
“No existen los cuatro mil 800 millones de pesos en el Istmo, quién sabe en dónde terminaron y en qué cuentas terminaron, sin embargo, lo único que está claro, es que se debe hacer sinergia entre las instituciones, el Congreso Local, el Gobierno del Estado y la Federación”, pidió el legislador.
De acuerdo a las estadísticas de la Comisión, fueron 134 hospitales y unidades médicas dañadas, 65 mil 44 viviendas con daños parciales y totales, tres mil 500 escuelas y 54 templos históricos las que tuvieron afectación.
“El Presidente de México ha anunciado una inversión para este año de 4 mil 500 millones de pesos solo para el Istmo, de los 10 mil millones de pesos para el país”, puntualizó.
México no está preparado para una contingencia
Para Mario Ruiz Velázquez, representante del Protocolo CAP de la Organización Mundial de Meteorología de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el gobierno federal del ex presidente Enrique Peña Nieto y del gobierno del estado Alejandro Murat Hinojosa, no contaron con un plan de atención real durante y después de los sismos del 2017.
Destacó que las autoridades no contaron con una estrategia de atención para los damnificados, y muestra de ello, es que únicamente se dedicaron a entregar apoyos financieros para contener la situación, sin tomar en cuenta que las afectaciones van más allá de las viviendas, ya que se debe trabajar en un plan integral.
Para lograr el plan integral, explicó que se deben identificar las necesidades de la población en el momento de la contingencia, para lograr una prevención eficaz y a su vez una reacción inmediata en temas de protección civil.
Mario Ruiz Velázquez sostuvo que en caso de alguna contingencia se debe identificar las necesidades para saber qué intervenir, y que no suceda como en los sismos de 2017 que a dos años no se sabe que ocurrió, en donde y qué se intervino.
Lamentó que en esta contingencia los proveedores de materiales hicieron su agosto, cuando forzaban o condicionaban la venta de productos, ya que sino comprabas con ellos el producto “A” no te vendía el “B”.
“No solo se trata de dinero, ya que si está mal administrado no te sirve, además de que se tiene que ir administrando y sobre todo reconstruir el tejido social y familiar, porque ni bien cierran un ciclo y ya vienen otros desastres para los cuales no estamos listos”, puntualizó.
Mientras que para los pobladores del Istmo, lo último que muere es la esperanza y se aferran a que algún día la ayuda prometida llegará para levantar sus viviendas y escuelas.