A un año de haberse manifestado pacíficamente durante la Guelaguetza oficial de 2024, la cineasta oaxaqueña Ángeles Cruz volvió a alzar la voz, esta vez a través de sus redes sociales, donde denunció que los crímenes cometidos en su comunidad siguen impunes, a pesar de las promesas de justicia hechas por el gobernador del estado, Salomón Jara Cruz.
“Hace un año cuestionaron mi manifestación pacífica, yo cuestioné su falta de justicia. Salomón Jara prometió que no habría impunidad. Ahora, un año más tarde, no hay personas en la cárcel por los asesinatos. Disfrute su Guelaguetza 2025. Un río de sangre corre en Oaxaca, sus gobernantes bailan y festejan”, publicó la cineasta originaria de San Miguel El Grande, en la región Mixteca.
Recordemos que durante el Primer Lunes del Cerro de 2024, Ángeles Cruz se manifestó dentro del Auditorio Guelaguetza portando una camiseta con el mensaje: “Soy Ángeles Cruz, directora de cine. Soy de San Miguel El Grande, Tlaxiaco. ¡Ayuda!”.
Con el puño en alto, denunció la violencia que sufría su comunidad, donde tan solo unos días antes, el 17 de julio, se habían registrado ataques armados, la quema de viviendas y la destrucción del Santuario de las Aves, pese a la presencia de fuerzas federales.
Su protesta fue interceptada por personal del gobierno estatal, que le impidió desplegar una manta, mientras personas vestidas de civil la rodeaban para evitar que el mensaje se hiciera visible.
En ese mismo acto, un fotógrafo de El Universal, Edwin Hernández, fue agredido mientras intentaba documentar la manifestación, en un hecho que generó condenas de la prensa y defensores de derechos humanos por atentar contra la libertad de expresión.
La cineasta, cuya trayectoria ha sido reconocida por visibilizar las luchas de los pueblos indígenas y de las mujeres, reiteró que en San Miguel El Grande hay al menos ocho personas asesinadas desde 2023, incluyendo a su hermano, Román Cruz Murillo, sin que a la fecha exista una sola persona detenida por esos crímenes.
En contraste con las fiestas oficiales, Cruz aprovechó este nuevo llamado para evidenciar la indiferencia institucional: “Un río de sangre corre en Oaxaca, sus gobernantes bailan y festejan”, sentenció.