La incertidumbre en la que se ha visto sumergido el programa del IMSS-Bienestar ha llevado a la deriva no solo a miles de pacientes que no han podido tener acceso a servicios dignos de salud en México y Oaxaca, sino también a trabajadores que hasta el momento no saben cuál será su destino laboral, puesto que el nuevo régimen ha sido un verdadero fracaso.
Hablemos del caso Oaxaca.
Con un presupuesto de $10 mil millones de pesos anuales, que a pesar de no contar con reglas de operación y el Congreso federal no le destinó recursos por obvias razones, la Federación se hizo cargo de este sistema implementado a nivel nacional y es quien maneja el 80% de ese dinero presupuestado ($8 mil millones de pesos) y el otro 20% lo hace el gobernador Salomón Jara Cruz ($2 mil millones de pesos) para el pago de la otra parte de empleados que no fueron absorbidos por ese régimen de salud.
Como contexto, fueron 23 estados los que firmaron el Acuerdo Nacional para la Federalización del Sistema de Salud para el Bienestar, con el objetivo de consolidar un sistema de atención médica único, universal y gratuito, que al paso del tiempo se ha corroborado que no es funcional, ni gratuito y los hospitales y centros de salud prácticamente están en agonía.
Estos estados son: Baja California, Baja California Sur, Campeche, Chiapas, Colima, Ciudad de México, Guerrero, Hidalgo, Estado de México, Michoacán, Morelos, Nayarit, Oaxaca, Puebla, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz y Zacatecas y en todos ellos hay deficiencias graves, falta de insumos, de medicamentos y equipo.
La gran pregunta que nos hemos hecho es si el gobierno federal les destinó un presupuesto de $10 mil millones de pesos para nómina y operación de los 9 hospitales regionales en Oaxaca, incluyendo el Hospital General “Aurelio Valdivieso”, ¿qué han hecho con esos recursos?, ¿quién opera ese dinero?, en el entendido que el 80% lo tiene la Federación, que no se ve reflejado en una mayor atención de salud al pueblo oaxaqueño.
Nadie rinde cuentas, el manejo de los recursos ha sido opaco y sin transparencia.
De ahí, que el estallamiento del conflicto ayer en el Hospital Civil por parte de empleados de base era un asunto que trabajadores se habían tardado en hacerlo, hasta que se vieron perdidos porque no tienen las herramientas necesarias para poder trabajar en un nosocomio que medio funciona de “milagro”.
Porque no cuentan con oxígeno para pacientes, ventilación mecánica, antibióticos, analgésicos, anestésicos para las cirugías, medicamentos, insumos médicos, todo lo tienen que comprar los familiares de los pacientes, cuando la salud prometida desde el expresidente Andrés Manuel López Obrador es que sería gratuita, toda una falsedad que la hoy presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo, no ha podido solucionar, sigue aferrada a sostener un régimen de salud que no funciona y que le estalla en las manos.
Por supuesto que quien se regocija es el gobernador oaxaqueño Jara, porque uno de sus objetivos es lograr que los recursos completos para la operación de salud, nuevamente quede en manos del estado, incluso ayer trascendió en los pasillos de Palacio de Gobierno que el mismo Mandatario oaxaqueño es quien impulsa al sindicato para que reventaran el problema, donde prácticamente corrieron a los directivos del IMSS-Bienestar.
En la radiografía de la salud en Oaxaca, son 9 hospitales de segundo nivel que existen, ubicados en Juchitán, Salina Cruz, Tehuantepec, Tuxtepec, Puerto Escondido, San Pablo Huixtepec, Putla Villa de Guerrero, Huajuapan de León, ninguno de estos cuenta con terapia intensiva y el noveno es el Hospital General “Aurelio Valdivieso” en la capital oaxaqueña, que es a donde se refieren todos los pacientes del interior del estado que requieren atención médica especializada.
Pues ya lo tronaron, porque solo cuenta con 240 camas que son insuficientes, por ello hay pacientes que tienen que esperar en camillas en los pasillos hasta 12 horas para poder pasar a una cama, es inhumano lo que viven los enfermos en ese nosocomio.
Aquí lo funcional es que si hay ocho hospitales de segundo nivel distribuidos en las regiones de la entidad, donde cuentan con personal especializado, hablamos de médicos especialistas y el cuerpo de enfermeras, porque sí tienen personal, lo conducente es que el gobierno federal y estatal los equipe con equipo de Rayos X, una Unidad de Terapia Intensiva con 45 camas, cinco quirófanos, precisamente para que los pacientes no sean referenciados al Hospital Civil.
Eso es más funcional, que los pacientes sean atendidos en su misma región, y no ese régimen de IMSS-Bienestar que ha dado al traste con la salud del pueblo de Oaxaca.
Solo para que se den una idea de la sobrecarga que maneja el Hospital Civil: Cuenta con 1460 empleados. En urgencias atiende 120 consultas diarias las 24 horas; en el área de ginecología brinda 90 consultas de urgencias y 60 de pediatría.
En consulta externa brinda 700 diarias, cuenta con 10 consultorios, realiza 35 cirugías diarias de las programadas y cuenta con cinco quirófanos. Atienden 30 partos por día y 15 cesáreas diarias.
La lavandería no funciona, tienen las lavadoras, pero no están operando y sacan una tonelada diaria de ropa sucia, donde el trabajo lo opera una empresa privada que les cobra a $30 pesos el kilo de ropa, y se lleva unos $300 mil pesos diarios, todo un negocio donde, por supuesto, están coludidos los funcionarios de los Servicios de Salud de Oaxaca.
Miren ustedes, nos enviaron una foto de una señora que llegó muy grave en enero de 2025 al Hospital Civil, referida de una clínica de salud de la zona Mixe, quien fue transportada en un sillón tipo sofá, porque no hay ambulancia en su zona de alta pobreza y aquí se las compartimos para que ustedes corroboren la verdadera realidad que vivimos con el sistema de salud, “igualito al de Dinamarca”.
La paciente a quien metieron con todo el mueble al pasillo del nosocomio no alcanzó ni una camilla, tuvo que esperar 12 horas para poder tener acceso a una cama, de verdad es inaudito lo que pasa en Oaxaca, donde no se tiene ni el compromiso ni la sensibilidad con la salud de la gente y hablamos de ambos niveles de gobierno, el de Claudia Sheinbaum y el de Salomón Jara, han sido una verdadera simulación.
Esta situación del sistema de salud ya es insostenible, molesta, insulta, indigna, agravia a nuestra gente, violentan sus derechos humanos, porque ellos y ellas no se merecen este tipo de tratos, es inhumano y el dinero no es el pretexto, presupuesto hay, pero mal aplicado en el mejor de los casos, porque el peor es la corrupción que los corroe.
Falsos y mentirosos.
Y aquí les damos otra muestra de la gran falsedad de nuestras autoridades, el Hospital de la Mujer y el Niño, el que recientemente reinauguró la presidenta Claudia Sheinbaum y el gobernador Salomón Jara, ubicado en Reyes Mantecón, el cual también es un “elefante blanco”, donde solo funciona la consulta externa.
En ese hospital están contratados 140 trabajadores, de los cuales 100 son enfermeras y enfermeros, 40 son médicos especialistas, todos cobrando su salario íntegro que van de los $36 mil pesos mensuales los especialistas y $28 mil las y los enfermeros y no están haciendo nada, todos los pacientes son referenciados al Hospital General Aurelio Valdivieso.
El Hospital de la Mujer y el Niño, no cuenta con equipo de Rayos X, servicio de Tomografía, ni Laboratorio, Hospitalización, carece de quirófanos, solamente ofrecen consulta externa y en una verdadera simulación, más bien como un tema político fue reinaugurado por la presidenta Sheinbaum y el mandatario oaxaqueño Jara, solo para lucimiento político y mediático.
¿Ustedes creen que eso es justo?, no se lo merece el pueblo de Oaxaca.
Pero así son los gobiernos populistas, falsos, todo lo que tocan lo destruyen y hoy lo estamos corroborando con el sistema de salud.
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