Tabasco. – Un derrame de hidrocarburo, presuntamente originado en una línea de petróleo en alta mar conectada a la Terminal Marítima de Dos Bocas, en Paraíso, Tabasco, ha generado una crisis ambiental y económica en la región. Desde el 4 de mayo de 2025, habitantes reportaron la presencia de crudo en al menos 16 kilómetros de costa, afectando playas, manglares y la laguna Mecoacán, con un impacto agravado por un frente frío que arrastró el petróleo hacia ecosistemas clave.
La contaminación ha causado la muerte masiva de especies marinas como sábalo, jurel, bonito, larvas de ostión y aves como pelícanos, con imágenes de animales cubiertos de petróleo circulando en redes sociales. Las autoridades izaron la bandera negra en Playa Sol y Playa Brisas, prohibiendo el acceso al mar, mientras la pesca y el turismo se han paralizado, afectando el sustento de comunidades como Puerto Ceiba y El Bellote, donde restaurantes reportan una caída drástica en comensales.
La Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) inició una supervisión a Petróleos Mexicanos (Pemex) para determinar las causas del derrame, la cantidad de crudo vertido y las medidas de contención necesarias. Aunque labores de limpieza comenzaron el 4 de mayo, pescadores denuncian redes y lanchas inservibles, así como riesgos sanitarios por el contacto con el hidrocarburo, que puede causar irritación en la piel y problemas de salud a largo plazo.
Organizaciones ambientalistas y pobladores exigen acciones urgentes de remediación y compensaciones económicas, destacando que la región, rica en biodiversidad, enfrenta un daño ecológico que podría tardar años en recuperarse.
La situación ha generado indignación ante la falta de un plan inmediato de contención. Mientras la ASEA evalúa el impacto, los pescadores y comerciantes de Tabasco claman por justicia ambiental y apoyo para enfrentar las pérdidas.