Oaxaca de Juárez, Oax., 13 de noviembre de 2025.— El grupo parlamentario de Morena en el Congreso del Estado concretó un ajuste interno que culminó con la designación de la diputada Tania Caballero Navarro como nueva coordinadora de la fracción morenista, movimiento que ha generado cuestionamientos por presunto nepotismo y por el criterio de mérito legislativo.
Caballero Navarro, esposa de Shabin Jara —hijo del gobernador Salomón Jara Cruz— fue electa por sus compañeros tras una reunión interna del grupo. Con su nombramiento también se perfila como posible presidenta de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), el órgano de mayor peso político y administrativo del Congreso local.
La decisión fue recibida con felicitaciones públicas dentro de la bancada, pero también reavivó acusaciones de nepotismo que han acompañado a la administración estatal. En defensa de la familia, el ex secretario de Gobierno municipal Noé Jara aseguró con anterioridad que no practican el nepotismo; sin embargo, sectores ciudadanos y políticos han cuestionado la rapidez del ascenso de la legisladora.
Los datos del parlamento local ponen en discusión la capacidad de la diputada para liderar un órgano central: su historial legislativo la ubica en el penúltimo lugar de productividad de la bancada, con nueve iniciativas y dos puntos de acuerdo registrados hasta la fecha, según cifras oficiales. Asimismo, fuentes parlamentarias y registros de asistencia señalan que Caballero Navarro ha solicitado múltiples permisos con goce de sueldo, ausentándose de sesiones del Pleno para atender giras y eventos oficiales del Ejecutivo estatal, situación que alimenta la percepción de que su actividad se ha orientado más al apoyo administrativo que a la labor legislativa de fondo.
En paralelo a la reestructuración de la bancada morenista, trascendió que la diputada Eva Diego Cruz, del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), asumirá la presidencia de la Mesa Directiva en sustitución de Natividad Díaz, movimiento que, en conjunto con la nueva coordinación, fortalece el control de los órganos directivos del Congreso por parte de la coalición que respalda al gobierno estatal.
La elección de Caballero Navarro como coordinadora reabrió el debate sobre los límites entre la política familiar y el servicio público en la entidad, ante la exigencia de transparencia, mérito y rendición de cuentas en la designación de cargos que determinan la agenda legislativa y la distribución del poder en el Congreso de Oaxaca.










