Autoridades y pobladores de San Vicente Coatlán, en el distrito de Ejutla, urgen al Gobierno Federal para reanudar las mesas de diálogo que buscan una solución pacífica a su conflicto agrario con la comunidad de Villa Sola de Vega.
A través de un comunicado, el Comisariado de Bienes Comunales y el Consejo de Vigilancia informaron que, a dos años de la última reunión, las autoridades federales no han convocado a nuevos encuentros, lo que ha generado preocupación en la comunidad.
Los comuneros señalan que la falta de atención al problema podría llevar el caso a la Comisión Interamericana de los Derechos Humanos por las “omisiones del Estado mexicano”. Aunque reconocen el proceso electoral presidencial de 2024 y la reciente elección del Poder Judicial, los líderes de la comunidad exigen que las dependencias como SEGOB, SEDATU, INPI y CNDH retomen las conversaciones.
En su comunicado exponen que la comunidad también lamenta el incumplimiento de las promesas que el expresidente Andrés Manuel López Obrador hizo a los comuneros, al darles falsas esperanzas de una solución.
Además, los representantes comunales solicitan una audiencia pública, para este jueves 4 y viernes 5 de septiembre de 2025, que estarán en la Ciudad de México para entregar documentos con una petición formal.
“Es necesario que nos concedan la audiencia, ya que en varias ocasiones hemos enviado diferentes solicitudes… y hasta el momento ninguna autoridad federal ha dado respuesta”, explican en el documento.
El conflicto, según el Comisariado de Bienes Comunales, se originó en 1970 cuando el Gobierno Federal emitió los títulos presidenciales para ambas comunidades con medidas y colindancias superpuestas.
Los representantes de San Vicente Coatlán también recordaron que la construcción de la presa Paso Ancho, ahora conocida como Margarita Maza de Juárez, fue un factor desencadenante de violencia en la zona, y mencionaron la emboscada del 28 de junio de 2012 que resultó en la muerte de seis personas y siete heridos.
El comunicado concluye con una advertencia, de que una vez que la comunidad regrese de la Ciudad de México, se reunirá en asamblea para “tomar decisiones, con todas las consecuencias que puedan generarse”.
Los comuneros representados por Enrique Hernández Hernández apostaron su compromiso con el diálogo, la no agresión y la no violencia, aunque denunciaron que la comunidad de Villa Sola de Vega sigue con “incendios constantes” y “disparos”.