Ciudad de México.- Tras la reunión con la presidenta Claudia Sheinbaum en México, el secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, encabezó una conferencia conjunta con el canciller mexicano Juan Ramón de la Fuente para anunciar un acuerdo histórico en materia de seguridad. Aunque se destacaron avances significativos en la lucha contra el crimen organizado transnacional, Rubio omitió proporcionar detalles clave sobre cómo funcionarán las operaciones conjuntas y los mecanismos de intercambio de inteligencia.
En un comunicado conjunto, ambos países reafirmaron su compromiso con principios como el respeto a la soberanía, la responsabilidad compartida y la confianza mutua. Sin embargo, cuando se le preguntó sobre los aspectos operativos del acuerdo, Rubio optó por no profundizar, argumentando que compartir dicha información podría comprometer las estrategias de seguridad en curso.
El acuerdo incluye medidas para desmantelar cárteles de la droga, reducir el tráfico de fentanilo y armas, y fortalecer la seguridad fronteriza. Además, se estableció un grupo de implementación de alto nivel que evaluará periódicamente los avances. No obstante, Rubio no especificó cómo se coordinarán las acciones dentro de los territorios de cada país ni qué tecnologías o recursos serán compartidos.
El canciller De la Fuente subrayó que la relación bilateral seguirá guiada por los principios constitucionales de política exterior de México, como la autodeterminación y la no intervención. También destacó los avances alcanzados en menos de un año, como la disminución del 93% en los encuentros migratorios en la frontera sur de EE.UU. y la reducción del 50% en las incautaciones de fentanilo.
A pesar de estas cifras positivas, analistas señalan que la falta de claridad sobre los mecanismos operativos podría generar incertidumbre sobre la efectividad y sostenibilidad del acuerdo. Rubio aseguró que la cooperación es ‘histórica’ y que los resultados ya están impactando positivamente a ambas naciones, aunque no ofreció ejemplos concretos de cómo se lograrán estos objetivos en el futuro cercano.
Finalmente, ambos funcionarios confirmaron que esta nueva etapa de entendimiento bilateral marca un hito en la relación entre México y EE.UU., pero queda pendiente si los detalles omitidos podrían limitar el alcance de esta colaboración.