#CDMX. — Ximena Pichel, ciudadana argentina apodada ‘Lady Racista’ tras insultar con expresiones xenófobas a un policía que intentaba colocarle un candado por no pagar el parquímetro el pasado 5 de julio, fue vinculada a proceso por el delito de discriminación en los juzgados de la colonia Doctores, alcaldía Cuauhtémoc.
Un juez le impuso medidas cautelares que le permiten continuar el proceso en libertad, pero bajo restricciones: debe residir en un domicilio fijo, no regresar al lugar de los hechos, realizar servicio social en el Conapred, asistir a pláticas sobre discriminación, firmar mensualmente en un juzgado durante seis meses, no salir del país y ofrecer una disculpa pública a la víctima.
La audiencia, marcada por un fuerte operativo de cerca de 100 elementos tácticos de la SSC-CDMX, transcurrió bajo alta tensión. Pichel salió por la puerta trasera en un auto, pero un grupo de personas la esperaba afuera, arrojándole huevos y gritando “¡Regrésate a tu país, como nos gritabas!”, repitiendo las agresiones del viernes 25, cuando le lanzaron agua y botellas tras su audiencia inicial.
Previamente, la colectiva Tonantzin, liderada por Montserrat Durán, acudió con una bocina para reproducir el Himno Nacional y canciones mexicanas, declarando: “Vamos a poner música mexicana para que sepa dónde está parada, que no es Argentina; estamos en México”.
El Ministerio Público imputó el delito con base en el artículo 206 del Código Penal de la CDMX, usando como evidencia el video viral, declaraciones del policía afectado y testigos, destacando insultos por apariencia y condición social. La SSC-CDMX reprobó las agresiones ciudadanas, y un oficial recuperó la bolsa caída de Pichel, entregándola al Tribunal Superior de Justicia.
El caso, que expone la discriminación bajo el artículo 206 del Código Penal Federal (con penas de 1 a 3 años de prisión o 150 a 300 jornadas de trabajo comunitario, además de multas), y la Ley de Cultura Cívica de la CDMX, ha polarizado opiniones. La indignación social persiste, amplificada por el operativo policial para evitar altercados, mientras Pichel, sin declarar a los medios, enfrenta un proceso que podría derivar en sanciones administrativas o penales.
La falta de respuesta oficial sobre las agresiones ciudadanas y el contexto de su viralización subrayan la necesidad de un diálogo sobre discriminación y seguridad en la vía pública.