De acuerdo con el reporte semestral de Violencia Política en México de Integralia Consultores, Oaxaca ocupa el cuarto lugar entre los estados que mantuvieron altos niveles de violencia política sin elecciones locales.
De acuerdo con los datos presentados, a nivel nacional ocurrieron 253 hechos de violencia política en el primer semestre del 225, que incluyen 112 asesinatos, 74 amenazas, 33 atentados con arma de fuego, 17 secuestros, 11 desapariciones y seis correspondientes a otros delitos menores.
La mayoría de los incidentes se concentraron en el centro y sur del país, asegura el reporte; en Veracruz, se llevaron a cabo elecciones de ayuntamientos en junio y encabezó la lista como el estado donde más casos de violencia política se registraron con 81 reportes.
Por otro lado, Guerrero, Morelos y Oaxaca, que no tuvieron comicios, mantuvieron niveles altos de violencia.
En el caso particular de Oaxaca, se registraron 20 incidentes de violencia política entre enero y junio. La entidad también registró 13 casos de homicidios colocándose como el tercer lugar en encabezar la lista nacional por debajo de Guerrero que registró 21 casos y Veracruz con 16.
De acuerdo con los datos recabados, se asegura que el 79 por ciento de los reportes se registraron a nivel municipal con 200 casos de violencia política. Los dos factores detrás de esta cifra son la debilidad estructural de los gobiernos municipales y el interés de los grupos criminales en controlar los gobiernos locales para acceder a recursos, policías, impunidad y mercados legales.
Entre los casos registrados durante el primer semestre del año en Oaxaca está el recientemente asesinato del agente municipal de Río Metates, perteneciente a Santiago Juxtlahuaca, Cresencio Hernández Hernández.
En junio, un comando armado atacó y ultimó a la presidenta municipal de San Mateo Piñas, Lilia Gemma García Soto, este hecho provocó que el cabildo renunciara y que el Congreso del Estado desapareciera los poderes en ese ayuntamiento.
En mayo, fue asesinado el presidente municipal de Santiago Amoltepec, Mario Hernandez García.
La violencia política se refiere a cualquier acto que utilice la fuerza física o psicológica, o que atente contra los bienes de una persona o grupo, con el objetivo de influir en las decisiones políticas, alterar el orden público o menoscabar los derechos políticos de individuos o grupos.
Esta violencia puede manifestarse de diversas formas y ser perpetrada por diferentes actores, incluyendo el Estado, partidos políticos, grupos armados, e incluso individuos.