Por tres votos a favor y dos en contra, la sala superior del Tribunal Electoral revocó lisa y llanamente la expulsión que emitió la Comisión de Justicia del PRI en contra de Enrique Ochoa Reza.
El exlíder de ese partido fue expulsado por considerarse que sus declaraciones en contra de Alito y su reelección, así como el cambio de estatutos del tricolor para permitirlo, afectaron al partido en las pasadas elecciones.
El proyecto presentado por el magistrado Fuentes Barrera argumentaba que “se considera que no basta con tener por probadas las conductas para concluir válidamente la afectación a la imagen y/o reputación del PRI ante la ciudadanía ni la supuesta afectación en los resultados electorales del partido. Asimismo, la responsable respecto de la existencia de calumnia en contra del presidente del PRI debió establecer el porqué ello afectó la imagen del partido ante la ciudadanía y cómo se tradujo en una merma de confianza”.
En el documento proponía regresar el asunto a la Comisión de Justicia del partido para que fundamentara correctamente sus afirmaciones, y con esto respetar la autodeterminación partidista.
Pero la magistrada presidenta Mónica Soto se pronunció por revocar lisa y llanamente la expulsión de Ochoa Reza mientras la magistrada Janine Otálora y el magistrado Reyes Rodríguez mencionaron que la propuesta del proyecto de revocar, pero para que la Comisión de Justicia del partido volviera a argumentar la expulsión con argumentos que probaran la afectación al partido por parte de Ochoa Reza, era no entrar en el fondo del asunto.
Considero que es importante entrar al fondo, que el expediente está en estado de resolución y que conforme lo señala el actor, lo manifestado está dentro de los márgenes de la libertad de expresión y el derecho a disentir que la militancia tiene al interior de un instituto político”, dijo Soto Fregoso.
En tanto, el magistrado Rodríguez Mondragón explicó en su cuenta de X que “expulsar a un militante por opinar sobre cambios internos al funcionamiento del partido y por criticar a la dirigencia de su partido es una sanción desproporcionada y contraria a la libertad de expresión”.
Fuente: Excélsior