Comuneros de Cherán K’eri, Michoacán, tomaron el Congreso del Estado en Morelia, reteniendo a diputados, personal administrativo, medios de comunicación y al menos dos elementos de seguridad, según reportes preliminares.
La manifestación responde a los violentos hechos del 2 de julio, cuando un grupo armado intentó ingresar a su comunidad, dejando al comunero Francisco Macías Sánchez muerto y a Daniel Rafael Guerrero en estado crítico entre la vida y la muerte. Los comuneros denuncian que este ataque busca desestabilizar su autonomía, lograda desde 2011 tras expulsar a talamontes y crimen organizado, y exigen un alto a la violencia que persigue a sus pueblos originarios.
En su protesta, los comuneros señalan que desde hace 14 años luchan por defender sus bosques y vidas, pero la justicia sigue elusiva, con múltiples comuneros caídos en este conflicto. Critican la falta de resultados, acompañamiento y garantías mínimas de seguridad por parte del estado mexicano desde el inicio de su movimiento en 2011, cuando establecieron rondas comunitarias y un autogobierno. Exigen también la salida de las mesas de negociación del secretario de gobierno, Carlos Torres Piña.
La retención, ocurrida en las afueras de Casa Michoacán y extendida al Congreso, busca visibilizar esta negligencia, invitando a organizaciones y comunidades a unirse a la movilización que incluye bloqueos y una marcha hacia Palacio de Gobierno. La acción refleja su desesperación ante la impunidad, vinculada a grupos como el Cártel Jalisco Nueva Generación.
El gobierno estatal, liderado por Alfredo Ramírez Bedolla, no ha emitido una respuesta oficial inmediata, dejando el conflicto abierto.