El cartel de la mendicidad
Y la pobreza
Amado Sanmartín Hernández
Para el gobierno de izquierdistas adoctrinados de Oaxaca no fue un éxito que se diga ¡qué bruto! el operativo desplegado recientemente por las fuerzas antropoides del Estado contra los “carteles de la mendicidad y la pobreza” en el mercado de abasto. No hubo la ola futbolera que se esperaba para las huestes de los mas de mil participantes en el operativo pescador, conformado por policías estatales, municipales, de la Fiscalía, Guardía Nacional y soldados del Ejército, los que hicieron de cuenta que estaban enfrentando a los más peligrosos carteles de la delincuencia organizada, levantando y arrastrando a mendigos, borrachines, viciosos, trabajadores de los mismos locatarios y vagos quienes pernoctaban por la zona. En este operativo, extrañamente el gobierno del Estado y municipal no recurrieron a sus jaurías de cancerberos de la CATEM, el brazo ejecutor para llevar a cabo el trabajo sucio de los dos regímenes morenistas de Oaxaca. En las más de 400 detenciones no hubo flagrancia y el gorilato violó de esa pobre gente todos sus derechos primordiales y fueron conducidos a municipios de Zimatlán de Alvarez y a centros de rehabilitación que se mantienen con el apoyo generoso de la gente solidaria y de los propios rehabilitados. Esto fue lo que se debió haber hecho primero, una especie de profilaxis social, procurando a esa gente menesterosa y enferma su rehabilitación para atenuar el problema, que fuera de su hábitat, en la central de abasto, ahora proliferará por toda la ciudad, como ocurrió con las meretrices que fueron lanzadas de la zona roja del pueblito por el ayuntamiento de la ciudad, que presidía Jesús Martínez Alvarez. Como no hubo un lugar previo para alojarlas, las mujeres que se ganaban el sustento con el sagrado sudor de su sexo, como decía el dramaturgo Hugo Argüelles, se extendieron hasta por el mismo zócalo de la ciudad. Lo mismo ocurre con los vendedores callejeros o los triquis desplazados que van de un lugar a otro. El reciente operativo descomunal en la central de abasto no mereció el aplauso de las galerías pues los verdaderos delincuentes que actúan en la zona, desde sus escondrijos donde estaban a salvo, solo le hacían guiños a los polizontes que los protegen para que impunemente operen en ese centro comercial. Ese aparatoso como inútil despliegue de fuerza, debió ser llevado a zonas del istmo de Tehuantepec, el Papaloapan y la costa o aquí mismo en la propia capital del Estado, donde cada vez es mas alto el índice de criminalidad, de acuerdo a un estudio nacional acerca de que en Oaxaca la comisión de delitos cada vez es más alta en asesinatos, feminicidios, robo de autos y motocicletas, a casas habitación, en la calle y ejecuciones en la vía pública. Pero de esta elevada escalada de violencia que mantiene a la sociedad en un estado de paranoia, nada dice el gobierno, que quiere mantener al pueblo contento con gozonas y guelaguetza por todo el Estado durante todo el año.
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Y aunque no venga al caso.- Fue la propia presidenta Claudia Sheinbaum la que dio por terminada la débil comunicación que el gobierno federal mantenía con la disidencia magisterial de la CNTE, cuando este viernes decidió no asistir a la reunión que había prometido tener con los maestros para dialogar y lograr acuerdos definitorios con respecto al pliego petitorio magisterial, donde uno de los puntos destacados es la abrogación de la reforma educativa, promesa que se ha venido posponiendo desde el primer día de gobierno de Andrés Manuel López Obrador y de la actual mandataria. Los maestros condenaron la difusión que se dio a las promesas del gobierno a cambio de la cancelación de la reforma a la ley del ISSSTE y de su sistema de pensiones, cuyas aportaciones reportan grandes beneficios a las empresas que manejan los ahorros para su jubilación y aunque ésta demanda beneficiaría a todos los trabajadores afiliados a esta institución, por el momento sólo los maestros parecen interesados en asegurar una pensión decorosa. Si el diálogo se rompe definitivamente y las relaciones se radicalizan entre el gobierno federal y la CNTE, la crisis sería mayúscula ya que otros sectores podrían sumarse a la disidencia magisterial, y lo mas peligroso sería que se agregara el conservadurismo y la ultra derecha, que verían la oportunidad de combatir al morenismo y a lo mejor, recuperar el poder.
So long raza.