*Desde hace 26 años el PRI se sumergió en la crisis, admite la Senadora de la República
*“Les pido que cuando les pregunten si el PRI está en crisis, lo está al igual que el PAN, el PRD, Morena”, soltó
*“La forma de comunicarse que tienen las élites con sus representados es obsoleta”, reveló
María de los Ángeles Nivón/Carina García
Ciudad de México.- Su experiencia en la vida política del país, le ha dado una visión clara de la crisis estructural que atraviesan los grupos políticos incluido el suyo, el PRI. La actual Senadora Beatriz Paredes Rangel reconoció que el Revolucionario Institucional cayó en esta etapa hace ya 26 años con el magnicidio de dos militantes claves.
Los asesinatos de Luis Donaldo Colosio Murrieta, candidato a la presidencia de la República y el no menos importante, el de José Francisco Ruiz Massieu, marcaron prácticamente la vida del tricolor. En el primer caso se trató irresponsablemente de involucrar a los propios priistas.
“Yo creo que la crisis del PRI comenzó en 1994, no se dio una discusión seria de lo que significó para el tricolor el magnicidio de Luis Donaldo y de Pepe Ruiz Massieu, yo creo que la verdadera crisis del PRI empezó acá”, reiteró la Tlaxcalteca.
Estamos ante una etapa difícil en materia de construcción de consensos, los cuales se tienen que realizar de abajo hacia arriba. La gente que milita en la trinchera, que está en la calle tiene mucho mayor sentido común que las élites políticas, reconoció.
“Una de las grandes discusiones y que nos ha costado mucho, es ejecutar una consulta y lograr consensos. Si tenemos que comprender la actualización de la ideología original del PRI va a ser muy difícil, porque se ha aceptado por encimita, pero en realidad no se ha arraigado”, admitió en su ponencia durante el Foro Rumbo a la XXIII Asamblea Ordinaria del PRI.
Desde las instalaciones de la Fundación Colosio, en la Ciudad de México, junto al dirigente nacional del tricolor, Alejandro Moreno Cárdenas y el presidente de dicho sector, José Murat Casab, la mujer de rasgos fuertes, duros, pero con gran sensibilidad ante los problemas que vive el país, señaló que por ningún motivo considera a su partido como de derecha, “la próxima asamblea nos servirá para reflexionar”.
NO LOGRÓ PRI SUPERAR SU RELACIÓN CON EL PODER
Firme y realista, la también socióloga egresada de la UNAM precisó que los magnicidios sólo destaparon un medio ambiente antipriista, el cual no ha sido digerido y superado completamente hasta la fecha.
“Ya se percibía la creación de un medio ambiente antipriista, fue verdaderamente dramático, creo que no hemos profundizado en las circunstancias, ni cómo se procesó políticamente ese doloroso evento, que nos reflejó la vulnerabilidad del partido”, admitió.
Ante una militancia ávida de esperanza y con ganas de regresar al poder para cambiar las cosas que hace años dejó de hacer, Beatriz Paredes Rangel fue más clara y aseguró que otro aspecto que no ha logrado superar su partido, es la relación con el poder.
“Nosotros no tenemos resuelta nuestra relación con el Presidente de la República, ni cuando estuvimos con el poder, ni cuando no lo estuvimos. Cuando gobierna un priista, el Presidente de la República cree que tiene el derecho de cambiar al Presidente del PRI cuando se le dé la gana y lo peor es que el partido lo permite”.
Esa estrategia, dijo la también expresidenta del tricolor, fue crucial para el debilitamiento del partido “si tú tienes un presidente que dura ocho meses, un año y dos meses es muy difícil articular una estrategia para el partido, eso tiene que ver con nuestra relación con el presidencialismo cuando estamos en el poder”.
Al pausar su dialogo por unos segundos, Paredes Rangel retomó el discurso y soltó: “aquí solo un apunte, me parece que algo indispensable para que esta relación no sea de subordinación obligada cuando estamos en el poder, es que el proceso de selección del presidente del CDE del PRI siempre sea por un método democrático”.
Consideró que mientras sea así el líder tendrá la legitimidad que le de la militancia para que sus márgenes de maniobra sean absolutamente distintos en cualquier circunstancia, para que tenga el soporte detrás de sus acciones.
Al enumerar una serie de reflexiones y preguntas, la política mexicana reveló otro punto débil del PRI, prácticamente lo desnudó, que cuando se está en el poder tampoco se sabe qué hacer.
“La militancia, nos exige que le mentemos la madre todos los días al presidente en turno, entonces la militancia entiende, interpreta, cree que oposición es ser contestatario estridente”, expresó.
¿Por qué interpreta esta situación?… porque es el único tipo de oposición que conoce”.
El PRI conoció una oposición que todos los días nos faltó el respeto, nos mentaba la madre, es el único tipo de oposición que conocemos, entonces cuando no se ve replicado ese modelo se piensa que no hay oposición.
VIVEN PARTIDOS CRISIS ESTRUCTURAL; EL PRI NO ESTÁ EXENTO
Tenemos que reconocer que todos los partidos políticos se encuentran en crisis, dijo la priista quien ha sido una de las militantes más aguerridas del tricolor y agregó que esta situación se debe a diversas causas entre ellas la forma de comunicación de la sociedad.
“La forma de comunicarse que tienen las élites con sus representados es obsoleta. Los nuevos mecanismos de comunicación electrónica, la existencia de redes sociales, la vertiginosidad en la comunicación hacen sentir a los ciudadanos que ya no requieren intermediarios y los partidos políticos, eso son, intermediarios”.
Paredes Rangel reconoció que esta crisis se refleja en los congresos, quienes han perdido la funcionalidad “no hemos sabido reaccionar qué es la revolución tecnológica en la comunicación, que en lugar de utilizarlo en nuestro favor, nos comunicamos tarde y mal”.
El discurso tradicional no sirve. Los políticos son demasiados solemnes, rígidos y recurrentes a figuras y a conversiones que suponen son combativas pero ya no.
En su reflexión, la priista aseguró que la política de ajuste económico de la democracia financiera disminuyó los márgenes de poder de la élite política.
“Hay una irrupción de las nuevas generaciones en un ambiente social político en donde se ha logrado establecer que la política es corrupta y no el personaje político quien incurrió en el acto. La ciudadanía ya no cree en la política porque es una actividad estigmatizada”.
Pero fue directa: “Les pido que cuando les pregunten si el PRI está en crisis, lo está al igual que el PAN, el PRD, Morena que es un partido nonato, porque ni siquiera ha nacido. Lo que tenemos es una crisis del sistema de partidos”.
Por lo que consideró que es necesario el replanteamiento de las estructuras políticas y regresar a los orígenes, al opinar que el retirar el financiamiento público a los institutos políticos sería demasiado grave porque abriría la puerta al financiamiento al recurso ilícito.
EL PRI DESCUIDÓ A LOS SECTORES, LOS QUE SE CORPORATIVIZARON
En una actitud reflexiva, Paredes Rangel reconoció que una de las cosas que le parece muy lamentable, incluyendo su periodo cuando fuera presidenta del CEN del PRI, es que descuidaron a los sectores, los cuales perdieron capacidad de gestión, se corporativizaron y de repente las bases de esos sectores ya no se sintieron atendidas por sus cúpulas.
Por ello pugnó, desde ese Foro que fue un ejercicio democrático y de autocrítica rumbo a la asamblea priista, por un centro progresista central demócrata con una posición de avanzada en los derechos civiles, esa es otra gran discusión en el PRI, dijo, de quienes estamos a favor de que la mujer decida sobre su cuerpo y los que no, tenemos que definirnos.
También se pronunció por los derechos políticos que pugnen para que haya una circunscripción electoral para los migrantes, que se acerque a los mexicanos en el exterior, que respalde la segunda vuelta, “ya no estamos en la etapa de pensar que con muy escasos puntos vale la pena ganar, porque se dificulta gobernar”, expresó.
Se pronunció por la no reelección presidencial, no subordinación de los órganos electorales, no debilitamiento del federalismo, una nueva construcción para que la política social no sea asistencial sino una palanca para el verdadero desarrollo y abrir los espacios en una convivencia sana de inclusión entre mayorías y minorías en el gobierno y en la vida social.
Es decir, y así cerró Beatriz Paredes su participación, defender los imprescindibles de la democracia mexicana, “si pudiéramos cumplir a cabalidad con ello, estaríamos haciendo un gran papel en la historia contemporánea de México”.