VILLAHERMOSA, TAB.- El extrabajador de Petróleos Mexicanos (Pemex) Javier Acosta, de 57 años, se convirtió ayer en la octava víctima de la heparina sódica contaminada que se suministró a un grupo de pacientes en el Hospital Regional de la empresa productiva del Estado en la capital de Tabasco.
La señora María Aracely García relató que ayer le informaron en el nosocomio que su esposo —quien laboró 21 años como obrero en la Batería Luna, en el municipio de Centla— había fallecido, pero le dijeron que el deceso había sido por causas naturales.
La señora indicó que su esposo tenía varios días en terapia intensiva y que su salud se agravó luego de que le aplicaron un medicamento contaminado con la bacteria klebsiella, por lo que ayer acudió ante la delegación de la Fiscalía General de la República (FGR) para presentar una demanda penal.
“Me habían dicho que [mi esposo] había fallecido de forma natural. Y que para qué íbamos a hacer tantas cosas. Si ya sabían lo que tenía, insuficiencia renal. Ellos no quieren asumir su responsabilidad. Ellos nos niegan información”, refirió.
“Vamos a demandar porque no se vale que nos hayan matado a nuestro familiar. Todavía no me han entregado nada. A mi esposo se lo acaban de llevar a las 9:30 de la mañana a la fiscalía para hacerle la necropsia. De hecho, no se la querían hacer. Me tuve que molestar para que accedieran”, dijo.