En 2025, el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA) registró avances sin precedentes en la atención educativa de personas jóvenes mayores de 15 años y adultas, al acompañar a 699 mil 413 personas en la conclusión de su educación primaria o secundaria en todo el país, como parte del compromiso del Estado mexicano con el derecho a la educación.
De este total, 186 mil 725 mil recibieron su certificado de primaria y 322 mil 891 de educación secundaria, fortaleciendo las oportunidades de desarrollo personal, social y laboral de miles de personas que no habían podido iniciar o concluir su formación educativa.
Durante este año también se alfabetizó a 189 mil 797 personas en el país.
Estos resultados forman parte de la Estrategia Nacional de Alfabetización para el Bienestar Compartido, impulsada por el Gobierno de México, que reconoce el acceso a la lectura y la escritura, en español y en lenguas indígenas, como un derecho fundamental. Este esfuerzo sostenido, llevó a que México alcanzará por primera vez en su historia un índice de analfabetismo de 3.8 por ciento, por debajo del parámetro establecido por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
El Director General del INEA, Armando Contreras Castillo, detalló que la meta para 2026 es disminuir tres décimas adicionales y alcanzar 3.5 por ciento, con el objetivo de que la eliminación del analfabetismo sea irreversible en el país.
Puntualizó que estos resultados reflejan una política educativa centrada en las personas y subrayó que la alfabetización es un pilar de la justicia social, porque, “la educación para personas jóvenes y adultas no sólo da acceso a mayores conocimientos, sino que fortalece la autonomía, la dignidad y la participación social, contribuyendo al desarrollo nacional y a la construcción de una paz duradera”.
El INEA -dijo el director general-, reafirma su vocación de atender a mujeres, hombres, personas trabajadoras, jefas de familia, personas adultas mayores y población en contextos urbanos, rurales e indígenas, convencido de que la educación no tiene edad y de que cada oportunidad de aprendizaje contribuye a la construcción de un México más incluyente.
Antes de finalizar subrayó la importancia de contar con aliados para lograr una disminución sustantiva de los índices en materia de educación para personas jóvenes mayores de 15 años y adultos, “los avances en la institución, son resultado de la colaboración entre los tres órdenes de gobierno y la participación activa de la sociedad en su conjunto”.










