Oaxaca se consolida como una de las entidades con mayores desafíos educativos en México, de acuerdo con los indicadores más recientes del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO). Los datos revelan que el 31% de los habitantes del estado no han alcanzado el nivel escolar que corresponde a su edad, una cifra que supera por 12 puntos porcentuales el promedio nacional, el cual se ubica en un 19%.
Esta situación coloca a la entidad como la segunda con mayor rezago en el país, superada únicamente por Chiapas. La brecha se profundiza al contrastar estos datos con las mediciones del INEGI, que muestran que el grado promedio de escolaridad en Oaxaca es de apenas 8.1 años. Esto significa que, en promedio, la población oaxaqueña apenas supera el segundo año de secundaria, quedando significativamente por debajo de la media nacional, que es de 9.7 años.
El analfabetismo es otro factor crítico que el INEGI resalta en la región. Mientras que a nivel federal la tasa de personas que no saben leer ni escribir es del 4.7%, en Oaxaca este indicador se eleva al 11.8%, afectando de manera desproporcionada a las comunidades rurales e indígenas. Esta carencia de competencias básicas se convierte en un ciclo de pobreza difícil de romper, ya que la falta de instrucción académica está directamente ligada a la precariedad laboral.
Finalmente, el IMCO advierte que el rezago educativo en Oaxaca tiene un impacto devastador en su economía, pues el estado mantiene una de las tasas de informalidad laboral más altas del país, superando el 80%. Sin una formación académica completa, la fuerza laboral oaxaqueña queda excluida de empleos formales con seguridad social, perpetuando una estructura donde la baja escolaridad se traduce en salarios reducidos y una mínima competitividad frente al resto de las entidades federativas.









