En el marco del Día Mundial del sida, diversas organizaciones de la sociedad civil acusaron a los gobiernos federal y estatal de desmantelar la salud pública y poner en riesgo la vida de miles de Personas que Viven con VIH (PVV).
La denuncia es por el reciente recorte y la eliminación de la garantía presupuestal del Fondo de Salud para el Bienestar (FONSABI), lo cual califican como un “acto de violencia institucional” que “sentencia al abandono” a pacientes con padecimientos graves, como el VIH, el sida y el cáncer.
La organización Red Oaxaqueña por el VIH afirmó que la conmemoración de la fecha es un “insulto” ante la cruda realidad. La vida de los pacientes está en peligro por el desabasto crónico de Terapias Antirretrovirales (TARV), cuya interrupción o cambio arbitrario es una “condena”.
Además, denunciaron la ausencia de monitoreo vital, pues los estudios de carga viral y conteo de CD4 son insuficientes o inexistentes en muchas regiones, impidiendo saber si el tratamiento funciona.
A esta situación se suma la falla en la prevención, con la carencia de una política pública sostenida para garantizar pruebas rápidas de detección y métodos de barrera (condones) en centros de salud, especialmente en zonas rurales y marginadas.
Los colectivos advierten que la eliminación de una partida presupuestal clara augura una inestabilidad que impactará directamente la capacidad operativa de los centros especializados y las organizaciones civiles que realizan labores de acompañamiento.
Finalmente, las organizaciones exigieron un “giro inmediato en la política de salud” y demandaron que el Estado mexicano muestre su compromiso blindando los recursos para el VIH y otras enfermedades graves. “¡No queremos conmemoraciones vacías, queremos garantías!”, sentenciaron.











