Los altos niveles de violencia en Oaxaca evidencian el fracaso de la Alerta de Género emitida desde 2017, condenó la abogada y activista Érika Lilí Díaz Cruz, coordinadora de la organización Luna del Sur.
Díaz Cruz sostuvo que, lejos de disminuir, la violencia contra las mujeres ha aumentado desproporcionadamente ante la omisión gubernamental. Como ejemplo, citó los asesinatos recientes de la regidora Guadalupe Urban Ceballos, la presidenta municipal Lilia Gema García Soto y la activista Sandra Domínguez.
La activista señaló que la Alerta de Género no ha dado resultados porque las instituciones se encubren unas a otras y no acatan las observaciones ni lineamientos para erradicar la violencia de género. Rechazó que Oaxaca sea uno de los estados más seguros del país y advirtió que la violencia feminicida va en aumento, mientras las autoridades no investigan ni hacen públicos todos los casos.
Díaz Cruz criticó que la Fiscalía de Oaxaca no investiga todas las muertes de mujeres como feminicidio, a pesar de la resolución de la Corte que obliga a iniciar todas las investigaciones bajo protocolos de perspectiva de género. También denunció la falta de presupuesto y apoyos para combatir la violencia.
Recordó que desde 2017 existe la Alerta de Violencia de Género en Oaxaca, pero los feminicidios no han disminuido. Reiteró que el fracaso de la Alerta se debe a la falta de voluntad y acción real dentro de las instituciones.
La activista subrayó que los tres órdenes de gobierno violentan sistemáticamente a las mujeres a través de sus resoluciones y recordó que México ha sido condenado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en casos emblemáticos como el Campo Algodonero, Nancy Valentina Rosendo Cantú y Atenco.
Díaz Cruz concluyó que la violencia generalizada en el país, y en particular en Oaxaca, se traduce en más muertes de mujeres y defensores de derechos humanos, y que la falta de investigación y visibilización de los feminicidios perpetúa la impunidad y el anonimato de las víctimas.







