Mediante un comunicado oficial, propietarios del emblemático Hotel Misión de los Ángeles oficializaron hoy el cierre de sus puertas, lo que pone fin a un ciclo de más de cuatro décadas que marcó la historia de la hospitalidad oaxaqueña.
El anuncio, que circulaba como rumor a lo largo del año, se confirma con “profunda gratitud” y el reconocimiento a una etapa “valiosa” para la tradición hotelera del estado.
Desde su apertura en 1979, el Misión de los Ángeles se consolidó como un símbolo de hospitalidad y tradición en la capital, al ser escenario de “amistades, uniones, proyectos y que, según el texto, “forman parte del corazón de Oaxaca”.
La decisión, que marca el “fin de una era”, honra el esfuerzo de colaboradores, huéspedes y visitantes que mantuvieron viva la calidez y el orgullo por el servicio que caracterizó al hotel.
Los propietarios hicieron un especial reconocimiento a sus empleados, cuya “entrega y compromiso mantuvieron viva la esencia de la hospitalidad” que los distinguió.
Aunque la misiva se centra en la despedida y el agradecimiento, se confirmó la expectativa que rodea al predio. Se espera que el icónico lugar sea ocupado por nuevos inversionistas que planean desarrollar un giro comercial con la posible incursión de marcas de lujo.
Este movimiento subraya la continua transformación y el creciente interés de la inversión en el sector inmobiliario y comercial de Oaxaca, aunque implica la pérdida de un referente de la hotelería tradicional y familiar.
El comunicado concluye asegurando que, más allá del cierre de las puertas, el legado del Hotel Misión de los Ángeles —construido con “trabajo, honestidad, respeto y compromiso”— “seguirá reflejando amor por nuestra tierra y gratitud”. Con ello, la ciudad se despide de un pilar de su oferta turística, a la espera de lo que depara el futuro comercial