El proceso de elección del nuevo Comité Ejecutivo del Sindicato Único de Trabajadores del Colegio de Bachilleres del Estado de Oaxaca (SUTCOBAO) se encuentra bajo observación de la base trabajadora, quienes denuncian un operativo para perpetuar a la actual élite sindical.
Las acusaciones más graves apuntan al actual Secretario General, Rufino Olea González, por presuntas intenciones de reelección vitalicia y el manejo opaco y discrecional de una caja de ahorro que supera los 15 millones de pesos.
El hartazgo radica en la falta de democracia y transparencia dentro del proceso electoral. Trabajadores del sindicato manifestaron que las disposiciones de la convocatoria para elegir a la nueva dirigencia están diseñadas para favorecer la continuidad del Rufino Olea González, limitando la participación genuina de nuevos candidatos y restringiendo los mecanismos de elección.
La crítica más contundente se centra en la figura de Rufino Olea González, quien, además de buscar presuntamente una reelección indefinida, es señalado por el manejo discrecional de los fondos de la caja de ahorro sindical.
“El actual Secretario General, Rufino Olea González, tiene en su poder la gestión de una caja de ahorro que supera los 15 millones de pesos, dinero que maneja de manera discrecional, sin información ni transparencia ante los afiliados”, se lee en un comunicado que circula entre los trabajadores.
Esta situación, argumentan los inconformes, evidencia un uso abusivo de los recursos sindicales que prioriza los intereses personales del liderazgo actual en detrimento de los derechos de la mayoría de los trabajadores.
El destino de estos 15 millones de pesos sigue como una interrogante sin respuesta clara para los afiliados.
Los trabajadores señalan que la convocatoria y sus disposiciones contienen “graves desventajas para la participación genuina”.
Las restricciones incluyen la limitación de participación a un solo socio por centro de trabajo, lo que, a su juicio, coarta y discrimina la representación de la base.
Las denuncias también apuntan a un posible control absoluto de las instancias electorales por parte del comité saliente, lo que permitiría que el proceso sea “manipulado o condicionado”.
Ante esta situación los agremiados piden respeto a los principios democráticos, la eliminación de prácticas de nepotismo y favoritismo.