Como muchos, a Ismael Sanmartín Hernández, le hubiera gustado ser testigo de su propio sepelio, y ver a ese río de gente noble y generosa que con aplausos acudió a decirle el último adiós; y fue a partir de ahí en que empezó a trascender no una leyenda, sino la figura de alguien que moría tranquilo por haber cumplido una tarea a la que se entregó íntegro por muchos años con una pasión inconmensurable por escribir la verdad de los acontecimientos sociales. Sus otras pasiones fueron los libros y el futbol; estaba al día de la publicación de una nueva obra y se dolía cuando no podía adquirir alguna de ellas porque no estaba en venta en México o no estar traducidas. Era feliz cuando le regalaban un libro y a sus compañeros de trabajo les recomendaba que leyeran y que anotaran, que no podían confiarse a su memoria; las bolsas de su camisa siempre estaban llenas de papel de cualquier tipo donde hacía sus anotaciones. Todo mundo sabía que Ismael estaba a muchos años luz de distancia del gobierno, del cual nunca recibió una dádiva, reconocimiento o halago, hasta el último día de su vida. Dice el dicho que el elogio en boca propia es vituperio, pero la referencia a su tarea ha sido expresada ahora por sus amigos y compañeros de oficio, quienes han hecho una narrativa sobre la trascendencia de su trayectoria y su obra dentro del periodismo oaxaqueño, pues todo mundo conoció su pensamiento y de qué lado estaba ejerciendo el oficio, cuáles eran las razones para mantenerse en la línea de transparencia, congruencia y nobleza que siempre lo caracterizaron. Nunca callaba una verdad, ni ocultaba una mentira. La buena madre nos enseñó la honestidad, era una recomendación cuando salíamos de la casa; fue ella la que moldeó nuestro carácter de no rendirse ante el poder. Hay una anécdota que demuestra de qué estaba hecho Ismael Sanmartín Hernández: cuando José Martínez Bastida desmanteló Noticias y se llevó con él a reporteros y trabajadores, doña Carmen, la dueña de la cantina de enfrente del Diario, en voz alta dijo: “ahora sí se llevó la chingada a Noticias; ya se fue su padre”. Sin embargo, para evitar el naufragio, Ericel Gómez Nucamendi, rápidamente llamó a Ismael, que dirigía CAMBIO, para el relevo. Aquello parecía imposible de salvar, pero Ismael para evitar que la nave se fuera a pique, nos llamó a Ernesto Reyes y a mí. Ernesto era director regional de NOTIMEX, y le dijo: por noticias no te preocupes, y le atiborró el escritorio de información. Esa noche, Ismael durmió en dos sillas y se despertó para verificar que la prensa estaba tirando los primeros ejemplares. Mi hermano había cumplido esa misión y se fue a descansar a la casa, en tanto que el periódico empezaba a circular sin que nadie advirtiera el riesgo en que había estado. Bajo su dirección, Noticias obtuvo un récord de reconocimientos, premios estatales y nacionales, que lo pusieron a la cabeza como uno de los mejores diarios de referencia. Aquel arbolito que había sembrado creció fuerte y sano para ofrecer sus frutos al pueblo oaxaqueño…
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Dice el dicho que aquí nadie es indispensable, pero la narrativa de amigos y compañeros de Ismael Sanmartín Hernández considera su tarea trascendente y que ocupó un lugar de referencia en el periodismo local por su entrega total, no para ser el mejor, sino por la satisfacción de cumplir esa mística de un periodismo de compromiso con las mejores causas. Quienes le conocieron, sabían de su entereza y de que Voz e Imagen de Oaxaca fuera un periódico trascendental bajo su dirección. Ya fuera de Noticias, por mas de un año estuvo colaborando sin remuneración, solo por amor a la camiseta, hasta que finalmente se lanzó a otra aventura con un portal, logrando por segunda vez, reunir a lo mas relevante de la investigación, de la academia y del periodismo crítico para el proyecto Letra Nostra, como antes lo hizo con el semanario Cambio. El lanzamiento estaba planeado para mediados de junio pasado, pero ya la enfermedad empezaba a hacer mella en la salud del periodista y quedó en suspenso. Tal vez en su memoria, “Los migrañudos” y demás gente brillante lleven a cabo la culminación de su tercera creación que ya no pudo ver.
So long raza.