Servicios para una Educación Alternativa (Educa), una de las agrupaciones más representativas de la sociedad civil de Oaxaca, cumplió 31 años de existencia este 21 de agosto.
La agrupación, a cargo de Marcos Leyva Madrid y otros activistas oaxaqueños, ha acompañado y asesorado diversos procesos de defensa territorial, autodeterminación política y construcción de alternativas de desarrollo en múltiples comunidades.
También fue una de las agrupaciones que intervino de manera activa en el conflicto social de 2006.
“En Oaxaca, el horizonte de la lucha social es la comunalidad, entendida como la recuperación de las prácticas locales y los saberes comunitarios. En este contexto surge la organización EDUCA, el 21 de agosto de 1994, con la misión de caminar junto a los pueblos y comunidades para trazar un proyecto común”, publicó este día la organización.
Educa sostuvo que sus 31 años de vida han representado “una gran riqueza, profundidad y aprendizaje sobre los pueblos originarios del estado y del país”.
Los activistas que conforman el colectivo han intervenido también en la lucha contra proyectos hidroeléctricos en la región de la Costa, la explotación minera en los Valles Centrales y los cacicazgos políticos en municipios de Sistemas Normativos Internos.
“Estas acciones han representado despojo, saqueo y opresión en contra de municipios y pueblos. Frente a ello, se ha articulado una respuesta desde la educación popular, la comunicación comunitaria y la asesoría política y jurídica.
“EDUCA ha crecido en una generación de transición entre siglos y, a su vez, se ha adaptado a nuevos escenarios políticos y a la irrupción de diversos sujetos sociales, así como a nuevos protagonismos: mujeres, jóvenes, niñeces, disidencias sexogenéricas y pueblos afromexicanos. Todo ello ha representado un gran reto para nuestras prácticas educativas”.
Y agregó: “El trabajo con mujeres indígenas merece una mención especial. Su defensa de los bienes comunes, su participación política y su accionar en la vida comunitaria han sido fundamentales para la labor de la organización, y han nutrido a su vez los procesos colectivos impulsados por las propias mujeres en sus comunidades.
“Sin duda, en este periodo EDUCA ha desempeñado un papel clave como articulador de procesos sociales. La articulación del movimiento social, en medio de una encrucijada política marcada por el cambio de gobierno, ha representado un desafío considerable, especialmente porque muchos integrantes de organizaciones sociales se incorporaron a las filas de un gobierno que se autodefine como de izquierda, reivindicando el triunfo de una lucha que aún está lejos de concretarse. La crítica y autocrítica asumidas por EDUCA han sido fundamentales para intentar oxigenar la vida pública tanto del estado como del país”.