Una ola de inconformidad se ha desatado entre los trabajadores de base del gobierno estatal, quienes denuncian que se les aplicará un Impuesto sobre la Renta (ISR) no solo sobre sus ingresos actuales, sino también para saldar adeudos que el gobierno no retuvo en el pasado.
Los empleados acusan a la administración estatal y al comité sindical de ser “cómplices” en lo que califican como un “robo”.
La controversia surge a raíz de la actualización de la recaudación pública federal, que exige el pago de ISR sobre la totalidad de los ingresos de los trabajadores.
El problema, según la base laboral, es que durante mucho tiempo hubo una “tolerancia” para no retener este impuesto, y ahora el gobierno busca cobrarlo de manera retroactiva. La retención planteada es del 10% del total de las percepciones de los trabajadores.
A pesar de que la Secretaría de Finanzas ha propuesto una “salida gradual” y la creación de una calculadora digital para que cada empleado conozca su monto a pagar, la desconfianza persiste.
“No es plática, simplemente es para saber cuánto van a pagar por los errores del gobierno que no pagó los impuestos”, dijo José Ordaz en el grupo denominado Resistencia Sindical sobre las capacitaciones que ofrece la Secretaría de Administración.
La falta de información detallada sobre el cálculo del impuesto y las bases de los supuestos adeudos ha avivado las sospechas, ya que menciona que, de 30 conceptos de pago, solo se gravan cinco, y los trabajadores se preguntan qué pasará con los 25 restantes.
Los empleados también cuestionan la veracidad de la propuesta de un aumento gradual del ISR, que pasaría de un 2% a un 10%, y denuncian que las capacitaciones que ofrecen las autoridades es una “labor de convencimiento”, ya que la aplicación del impuesto “no es para saber si queremos, es porque aplicará”.
El descontento se extiende al comité sindical, toda vez que trabajadores acusan a sus líderes de no defender sus intereses y de “engañar a la base”. Exigen que el comité negocie un incremento salarial mucho mayor al habitual 4% para compensar la nueva carga fiscal. De lo contrario, advierten que buscarán “gente capacitada” dentro de su gremio para reemplazar a los actuales líderes.
Asimismo, los empleados señalan una posible duplicidad de gravámenes: el Impuesto sobre la Renta (ISR) para la federación y el Impuesto sobre la Renta Estatal (ISSS), sugiriendo que este último debería desaparecer.
La base trabajadora teme que el gobierno de Oaxaca busque recaudar más impuestos para recibir mayores recursos federales, los cuales, según sus palabras, “terminan robando y justificando”.