Periodistas rusos que viajaron a Anchorage, Alaska, para cubrir la reunión entre Donald Trump y Vladimir Putin se quejaron del hospedaje y la comida recibida por el anfitrión Estados Unidos.
Rusia envió unos 50 reporteros, pero no hubo mucho tiempo para conseguir alojamiento para todos, dijo una fuente de seguridad citada por New York Post, pese a que la cita entre el presidente de Estados Unidos y su homólogo ruso fue acordada hace una semana.
Muchos periodistas estadunidenses tampoco consiguieron habitaciones de hotel y algunos tuvieron que rentar casas por Airbnb.
Los periodistas rusos fueron alojados en el estadio deportivo del Alaska Airlines Center, a unos 15 minutos en coche de la base militar Elmendorf-Richardson, donde se realizó la cumbre.
Algunos reporteros se quejaron en redes sociales de que el jueves tuvieron que dormir en catres sin sábanas.
Parecía una zona de evacuación por desastre”, publicó en X Margarita Simonyan, editora en jefe del medio estatal ruso RT.
Al día siguiente, les ofrecieron de desayuno atún con mayonesa que “dejaron fuera la noche anterior”, bolsas con papas fritas y suministro ilimitado de agua potable. “Los sacrificios de la diplomacia de último minuto”, criticó Simonyan.
Nada comparado con las “chuletas Kiev” (pollo empanizado y relleno de hierbas) servidas a la prensa rusa durante su viaje en un avión rentado por el estado ruso. “Una buena señal para las próximas negociaciones”, dijo Egor Piskunov, corresponsal de RT.
Sin embargo, el servicio mejoró ayer y los miembros de los medios de comunicación recibieron sándwiches, bocadillos empaquetados y bebidas embotelladas.
Aunque algunos se quejaron de que el servicio de roaming no funcionaba en suelo estadunidense y estaban “atrapados por el wifi”, comentó Max Seddon, jefe de la oficina de Moscú del Financial Times. Además, el servicio de WhatsApp y Telegram fue restringido parcialmente en Rusia.
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Fuente: Excélsior