Un grupo de más de 50 habitantes de esta comunidad denunció presuntas irregularidades en la asignación de accesos a la supercarretera Oaxaca–Puerto Escondido, a la altura del kilómetro 133, pasando el puente del río San Pablo.
De acuerdo con el testimonio de un vecino, la construcción de la vía rápida dividió numerosos terrenos y, en varios casos, modificó o bloqueó los accesos a predios particulares. Sin embargo, acusan que mientras a personas originarias del pueblo se les ha negado el permiso de entrada desde la autopista, a un empresario foráneo sí se le otorgó.
“El acceso a mi terreno por la pista no me lo quisieron dar, pero hace unos días se instaló una bodega de la empresa Herlo, de Miahuatlán, justo a un lado de la pista, y a él sí le dieron acceso para meter tráileres, aunque la entrada es muy estrecha”, señaló el denunciante, quien pidió la intervención de autoridades de Caminos y Puentes Federales (CAPUFE) y del Gobierno de Oaxaca.
Los inconformes sostienen que este trato desigual representa un riesgo para la seguridad vial y genera molestia en la comunidad, pues consideran que se está beneficiando a personas que no son originarias de San Pablo Coatlán.
“Nosotros que somos de aquí no tenemos permiso, y él que viene de fuera sí puede entrar y salir a la hora que quiera. ¿Será que las autoridades ya se vendieron?”, cuestionó el habitante afectado.
La denuncia busca visibilizar lo que consideran un acto de favoritismo y exigir una revisión de las condiciones de acceso a los predios colindantes con la supercarretera, para garantizar un trato justo a todas y todos los propietarios.