En el marco del Día Internacional de los Pueblos Indígenas, el Espacio de Organizaciones de la Sociedad Civil para la Protección de Personas Defensoras (Espacio OSC) reveló que entre 2016 y 2025, al menos 68 personas indígenas defensoras fueron asesinadas en México a causa de su labor.
Estas personas dedicaron su vida a la defensa del territorio y los derechos humanos, señala la organización integrada por varios colectivos entre ellos Consorcio Oaxaca, al presentar las alarmantes cifras incluyen 68 asesinatos de defensores indígenas.
Así como siete intentos de homicidio y 17 desapariciones, de las cuales cinco personas siguen sin ser localizadas. De las 92 víctimas registradas, 82 eran hombres, nueve mujeres y una persona no binaria.
*La criminalización persiste: el caso de Pablo López Alavez
El informe de Espacio OSC subraya que, además de las agresiones físicas, las personas y comunidades indígenas enfrentan criminalización, amenazas, estigmatización y desplazamiento forzado.
Un claro ejemplo de esta criminalización, de acuerdo con los colectivos es el de Pablo López Alavez, defensor zapoteco originario de San Isidro Aloápam, quien fue encarcelado en 2010 por oponerse a la deforestación de su región.
Este 15 de agosto se cumplen 15 años de su detención, calificada como arbitraria por el Grupo de Trabajo de la ONU sobre la Detención Arbitraria en 2017.
El informe concluye que las comunidades indígenas siguen siendo blanco de violencia sistemática por parte de actores privados y estatales.
A pesar de que los pueblos indígenas han mantenido durante siglos formas de vida sostenibles y solidarias, que ofrecen una alternativa a los modelos extractivos, el Estado no ha proporcionado respuestas integrales ni suficientes para proteger su labor.