En víspera de la Guelaguetza, las autoridades de salud y la población oaxaqueña se encuentran en alerta para mitigar la propagación del dengue, al recaer una de las principales preocupaciones en los panteones de la ciudad, particularmente el Panteón General y el de San Miguel, que, por la naturaleza de sus prácticas, se convierten en importantes focos de criaderos del mosquito Aedes aegypti, transmisor de la enfermedad.
La tradición de honrar a los difuntos con flores frescas en jarrones con agua es una costumbre arraigada, pero esta práctica, si no se supervisa, crea el ambiente ideal para la proliferación del mosquito, han señalado las autoridades.
Los recipientes con agua estancada, incluso en pequeñas cantidades, son suficientes para que el Aedes aegypti deposite sus huevos y complete su ciclo de vida, incrementando así el riesgo de contagio.
Los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO) han reportado un total de 30 casos de dengue en lo que va del 2025, con corte hasta el 26 de junio. Esta cifra, aunque no alarmante por sí misma, subraya la importancia de reforzar las medidas preventivas, especialmente en una temporada donde la afluencia de visitantes a la ciudad por las festividades de la Guelaguetza es considerable.
La movilidad de personas puede facilitar la dispersión del virus, lo que hace crucial la implementación de acciones de control y concientización.
Ante este panorama, es imperativo que tanto las autoridades como la ciudadanía colaboren en la prevención, incluso como alternativas han propuesto como flores artificiales o arena húmeda que pueden ser soluciones efectivas para evitar la acumulación de agua.
Asimismo, los Servicios de Salud de Oaxaca están intensificando las campañas de fumigación y descacharrización en zonas de riesgo, incluyendo los panteones.
Sin embargo, la participación activa de la comunidad es fundamental para complementar estos esfuerzos y asegurar un ambiente más seguro durante la celebración de la Guelaguetza.