Dos establecimientos de la cadena Oxxo fueron incendiados la tarde de este lunes en Juchitán, en la región del Istmo de Tehuantepec, recordando escenas similares a las que se vivieron en el estado de Sinaloa en diciembre de 2024.
Los incidentes ocurrieron en la octava sección y en el Infonavit Zapandú, sumieron a la población del Istmo de Tehuantepec en un caos, en donde se afianzan cada día más los grupos criminales pese al “Operativo Sable” del gobierno de Salomón Jara Cruz.
La violencia se intensificó en la región con el ataque armado contra un autobús de la línea Transístmicos en la ruta federal 185. Sujetos armados dispararon al menos seis veces contra la unidad que viajaba de Matías Romero a Juchitán, dejando a un joven herido.
Mientras que tres líneas de transporte de Unión Hidalgo han suspendido sus servicios, denunciando cobros de piso. La empresa Omnibus de Ixtepec (OMISA) también detuvo operaciones indefinidamente, ante la falta de seguridad.
Esta suspensión afecta a miles de personas que dependen del transporte para trabajar, estudiar y acceder a servicios médicos en Ixtepec, Juchitán y comunidades cercanas de la región del Istmo.
Transportistas y usuarios exigen acciones concretas de las autoridades estatales y federales ante la creciente ola de extorsiones y violencia en ciudades clave como Juchitán, Tehuantepec, Salina Cruz, Ixtepec y Matías Romero.
Hasta el momento las autoridades estatales no han emitido detalles de los hechos violentos en la zona, similares a los que ocurren en los estados del norte del país.