El trabajo de esta Sexagésima Cuarta Legislatura no podía pasar desapercibido. Tres años han transcurrido y las viejas prácticas no se erradicaron. La última sesión ordinaria del tercer año de trabajos fue suspendida.
Los gritos, culpas y reproches fueron repartidos al pormenor. En su insistencia de evidenciar al presidente de la Mesa Directiva, Arsenio Lorenzo Mejia García, el diputado de Morena Luis Alfonso Silva Romo exigió una explicación del por qué fueron bajados algunos dictámenes.
“Que la diputada Juana y Mauro den una explicación sobre el dictamen”, exigió el legislador quien calificó como una “triquiñuela” el hecho de que se hayan bajado los dictámenes.
Dando un ejemplo de total desorden, las y los diputados gritaban, sin que el propio presidente de la Mesa Directiva les entendiera.
Tras unos 10 minutos de dimes y diretes, la sesión fue suspendida sin mayores explicaciones y los legisladores regresaron nuevamente a sus oficinas para terminar de “planchar” acuerdos.
En tanto cansados y fastidiados, los integrantes de la Comisión de Arbitraje Médico, siguen esperando a que se les tome protesta.