La Terminal 1 del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) vivió una jornada de alta tensión este 18 de diciembre, con quejas concentradas en operaciones de Volaris. Pasajeros reportaron esperas de hasta ocho horas en la sala 19 y áreas adyacentes, donde se programaron al menos cinco vuelos para horarios similares, generando aglomeraciones comparadas con estaciones del Metro en hora pico, como Pantitlán o CU.
Según testimonios, el personal de la aerolínea justificó los retrasos con frases como ‘está el avión, pero no hay tripulación’ y la saturación general del aeropuerto. Algunos usuarios mencionaron la ausencia de señalización clara en salas de abordar, complicando la ubicación de puertas. Familias con niños pequeños, incluyendo una bebé de dos años, destacaron la falta de información oportuna y soluciones reales, más allá de vales por 2,000 pesos ofrecidos en mostradores.
El AICM, en su tablero oficial actualizado en tiempo real, registró varios vuelos de Volaris con estatus demorado al corte matutino y vespertino de este jueves. Aunque no se reportaron cancelaciones masivas específicas para hoy, la aerolínea ha enfrentado ajustes operativos en diciembre por factores como condiciones climáticas previas y alta demanda vacacional, similar a incidentes reportados días atrás con demoras en cadena.
La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) mantiene módulos en el AICM para atender quejas por retrasos superiores a una hora, recordando derechos como alimentos, descuentos o reembolso según la duración del inconveniente. Pasajeros pueden consultar el estatus de vuelos en el sitio oficial del aeropuerto y contactar directamente a la aerolínea para reprogramaciones o compensaciones.
Este episodio se suma a desafíos recurrentes en el AICM durante la temporada alta decembrina, con aumento en flujo de pasajeros por posadas y fiestas de fin de año. Autoridades aeroportuarias recomiendan llegar con mayor anticipación, verificar vuelos en línea y considerar flexibilidad en itinerarios. Volaris no ha emitido un comunicado específico sobre estos retrasos, pero históricamente atribuye afectaciones a factores externos como clima o congestión operativa.
Mientras miles buscan reunirse con familiares en estas fechas, incidentes como este generan frustración entre viajeros, resaltando la necesidad de mejor coordinación entre aerolíneas y administración aeroportuaria para mitigar impactos en una terminal que moviliza millones anualmente.









