La desigualdad laboral en México se agudiza al cierre de año. Según datos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), Oaxaca se posiciona como la entidad con la menor cobertura de aguinaldo en el país, pues apenas el 18% de su población ocupada recibe esta prestación.
En contraste, estados con una estructura industrial más sólida, como Coahuila, logran una cobertura del 65%, lo que evidencia una brecha abismal entre el norte y el sur del territorio nacional.
Esta carencia está ligada a los niveles críticos de informalidad laboral que persisten en la entidad oaxaqueña, los cuales superan el 77% según las mediciones más recientes de 2025.
Al carecer de un contrato formal y seguridad social, más de 8 de cada 10 trabajadores en Oaxaca quedan excluidos de este derecho constitucional, enfrentando las festividades decembrinas únicamente con sus ingresos diarios y sin el respaldo de un ingreso extraordinario para el ahorro o el consumo.
El panorama se vuelve aún más complejo al analizar el impacto de género y la pobreza laboral. El IMCO señala que Oaxaca ocupa los últimos lugares en su índice “Estados Con Lupa de Género”, debido a que las mujeres enfrentan tasas de informalidad aún más altas y menores niveles de autonomía económica.
Además, cerca del 34.3% de la población nacional se encuentra en situación de pobreza laboral, una cifra que en el sur se dispara, limitando la capacidad de las familias para cerrar el año con estabilidad financiera.
A pesar de que Oaxaca escaló dos posiciones en el Índice de Competitividad Estatal (ICE) 2025, pasando del lugar 32 al 30, el mercado de trabajo sigue siendo uno de sus mayores desafíos. La falta de empresas formales y la baja productividad mantienen a la entidad en un rezago estructural donde el aguinaldo, lejos de ser una realidad para la mayoría, sigue siendo un beneficio exclusivo para una minoría de trabajadores en el sector formal.









