Oaxaca de Juárez, Oaxaca a 9 de diciembre 2025.- La dirigencia del PRI Oaxaca advirtie que el país “está entrando en un ciclo de deterioro” que el oficialismo intenta maquillar con propaganda, mientras los hospitales colapsan, el campo es castigado y los procesos electorales locales se hunden entre irregularidades.
Durante la conferencia de prensa, encabezada por Carmelita Ricardez, presidenta estatal del partido, el mensaje fue directo: Morena gobierna desde la negación, y la realidad (en cifras, en testimonios, en calles y hospitales) ya no se puede ocultar. Ricardez señaló que los hospitales del estado operan “bajo protesta” por falta de insumos, mientras el gobierno insiste en que “todo va mejor que nunca”. El contraste entre el discurso y las denuncias públicas de médicos, enfermeras y derechohabientes dibuja un panorama crítico. En las últimas semanas, trabajadores del ISSSTE han documentado carencias de medicamentos básicos, suspensión de cirugías y compras tardías que comprometen la atención médica.
El tema del agua también ocupó un lugar central. Ricardez calificó la nueva Ley General de Aguas como “un acto cobarde contra los agrícolas”, un cambio legal que, en sus palabras, reemplaza la planeación hídrica por control político. Las multas “para todo y para todos”, explicó, no se acompañan de obras, infraestructura ni apoyo técnico. Solo imponen castigos mientras el campo sigue abandonado. La dirigente cuestionó cómo es que, en un país donde más de cinco millones de personas viven del sector agrícola, el gobierno responde con sanciones y no con soluciones. La crítica es consistente con el reciente rechazo de productores en diversos estados que denuncian centralismo y discrecionalidad en el manejo del recurso.
La inseguridad y el deterioro institucional también formaron parte del diagnóstico priista. Ricardez fue contundente: “homicidios, abandono y mal gobierno” no pueden normalizarse. Y remató: Morena gobierna desde la disputa política, no desde la responsabilidad pública.
El delegado del CEN, Heliodoro Díaz, denunció que el presidente municipal de Santa María Chaculalpan “no ha hecho lo que le toca”: no ha convocado a elecciones, y el año está por terminar. Lo señaló como un ejemplo de la crisis que viven los municipios mientras la Federación presume gobernabilidad. Díaz denunció además el uso faccioso de los “servidores de la nación”, quienes, según testimonios recogidos en comunidades de alta marginación, condicionan apoyos sociales a afinidades políticas. Lo que antes se denunciaba como una sospecha, dijo, hoy se ha normalizado a grados alarmantes.
El presidente del Comité Municipal del PRI en Oaxaca de Juárez, Hugo Jarquín, llamó la atención sobre el deterioro del sistema de salud estatal, afirmando que el gobierno ha dejado en abandono total a los pacientes y que el PRI acompañará a quienes se sienten vulnerados por estas decisiones.
La presidenta del ONMPRI, Araceli Maldonado, denunció las interferencias del gobierno estatal en las asambleas por usos y costumbres. Particularmente, señaló el caso de Cuilápam, donde la alcaldesa busca reelegirse “a la fuerza”, colocando incluso a familiares como opción alterna. Maldonado recriminó que la intervención institucional distorsione procesos comunitarios que deberían ser autónomos y libres de presiones.
El tema electoral reapareció con fuerza cuando Edwin Vásquez, secretario de acción electoral, describió la elección en San Antonio de la Cal como un ejemplo de degradación democrática: compra masiva de votos de entre 1,000 y 1,500 pesos, estancamiento del desarrollo comunitario y nulo estado de derecho. Para el PRI, esta elección refleja la fractura entre los principios democráticos y la práctica política impulsada desde el oficialismo.
Ricardez retomó la palabra para asegurar que el PRI está trabajando para recuperar la democracia. Destacó que la llegada de Enrique Peña Nieto a la vida interna del partido representa “una oportunidad para recordar que México vivió uno de los mejores crecimientos económicos en su administración”. También criticó frontalmente las “Farmacias del Bienestar”, que calificó como una farsa: “un puesto de tacos es más grande que estas farmacias”, dijo, subrayando la falta de medicamentos.
Mencionó además que el derrumbe del túnel del Tornillo lleva seis meses sin atención, y cuestionó el desvío de miles de millones de pesos hacia Cuba mientras en México faltan medicinas y obras esenciales. “Gastan el dinero como si fuera suyo”, afirmó.
Díaz, por su parte, llamó a la ciudadanía a entender que se necesitan contrapesos en los órganos legislativos y que 2027 será la gran oportunidad para corregir el rumbo. Sostuvo que este gobierno “ignora todos los problemas reales” y evade sus responsabilidades.
El cierre de la conferencia estuvo marcado por un mensaje claro: el PRI Oaxaca respalda plenamente la postura nacional del dirigente y senador Alejandro Moreno, quien ha insistido en que México necesita equilibrio democrático, controles reales al poder y una defensa firme frente a decisiones que lastiman al país.
Para la dirigencia priista, el panorama es contundente: mientras el gobierno federal celebra discursos, la ciudadanía enfrenta hospitales sin insumos, procesos electorales distorsionados, campesinos perseguidos, obras abandonadas y funcionarios que gobiernan desde la propaganda, no desde la realidad. Y en Oaxaca, afirman, esos contrastes son imposibles de ocultar.











