Desde las 08:30 horas, miles de simpatizantes llenaron la plancha del Zócalo al ritmo de mariachi de Sedena y Semar, bailes regionales y éxitos de Luis Miguel, hasta que a las 11:10 la presidenta inició su mensaje tras los honores a la bandera y una nube de humo tricolor.
Sheinbaum repasó los pilares de la 4T: aumento histórico del salario mínimo sin inflación, récord de inversión extranjera, creación de empleos formales, eliminación del outsourcing, reducción gradual de la jornada laboral, fondo de pensiones para el Bienestar y programas sociales elevados a rango constitucional.
En salud anunció la credencialización nacional al nuevo Sistema de Salud Universal y la construcción de más consultorios; en infraestructura presumió el regreso de trenes de pasajeros (Tren Maya, Interoceánico, Toluca-Observatorio y futuros México-Pachuca, México-Querétaro, Querétaro-Irapuato y Saltillo-Nuevo Laredo), además de defender la Ley de Aguas como garantía del recurso para consumo humano.
La mandataria cerró con una reflexión humanista: ‘Gobernar no es para tener privilegios’, ‘nuestra causa es el pueblo de México’ y ‘México es un país libre, soberano y ejemplo ante el mundo’, mientras los asistentes estallaban en aplausos y bocinazos de ferrocarriles.
A las 12:30, entre gritos de ‘¡Presidenta!’ y ‘¡No estás sola!’, Sheinbaum se despidió y regresó a Palacio Nacional, dejando un Zócalo repleto que coreaba consignas de continuidad de la Cuarta Transformación.










