En un mensaje difundido en redes sociales, David Estévez Gamboa, presidente de ANTAC, acompañado por los líderes campesinos Baltazar Valdés y Yaquín, anunció que la movilización previamente advertida se mantiene firme tras el fracaso de mesas de diálogo con legisladores y la ausencia de soluciones del gobierno federal.
Los transportistas denunciaron la inseguridad extrema en las 32 entidades del país, extorsiones diarias, robo de hasta 60 unidades de carga al día y la falta de documentos básicos de la SICT como licencias plastificadas, papeletas físico-mecánicas y placas, problemas que persisten desde hace dos sexenios.
Por su parte, los representantes campesinos señalaron que la Secretaría de Hacienda no cuenta con recursos para resolver la crisis del campo, exigiendo precios de garantía justos, regulación de importaciones y que el Estado asuma su rol como rector de la producción y comercialización de alimentos.
La alianza entre ambos sectores, autodenominada “vértebra de la economía mexicana”, advirtió que no habrá paso para nadie en las carreteras ni en aduanas de la frontera norte, aunque pidieron a la ciudadanía no viajar ese día para evitar contratiempos y mostraron disposición a permitir el paso en casos de emergencia médica.
Los dirigentes rechazaron acusaciones de financiamiento externo o político, afirmando que el movimiento es genuino y autofinanciado, y llamaron a todos los operadores de carga a no sacar viajes el 24 de noviembre para maximizar el impacto de la protesta que abarcará al menos 25 estados.








