La marcha inició en el Ángel de la Independencia con escasa participación, contrastando con la convocatoria del 15 de noviembre; los manifestantes portaban banderas pirata y exigían temas como rechazo a la CURP biométrica, acusaciones de fraude electoral y críticas al gobierno federal.
Durante el recorrido, un ciudadano estadounidense defendió a la presidenta Claudia Sheinbaum gritando “¡Viva Claudia! Soy de Estados Unidos y no van a encontrar a nadie mejor”, mientras otros participantes pidieron intervención extranjera y una mujer mayor declaró que México “es de Dios” y que la presidenta es “espuria”.
El contingente fue detenido por elementos de la SSC en Reforma, avanzó parcialmente hacia Avenida Juárez con un conato de bronca y no alcanzó el Zócalo por el cierre derivado del desfile militar; la SSC reportó entre 4 y 6 detenciones por riñas, portación de palos y posibles narcóticos, incluyendo un menor.
Videos confirmaron la baja afluencia y el encapsulamiento para garantizar el orden público; algunos asistentes reconocieron públicamente el fracaso organizacional y la presencia mayoritaria de adultos mayores de 40 años.
Organizadores anunciaron una tercera marcha para el 14 de diciembre, mientras colectivos insisten en que el movimiento es autónomo y pacífico, aunque en redes destacan contradicciones en los mensajes y la composición generacional.









