Oaxaca de Juárez, Oaxaca a 4 de noviembre 2025.- La dirigencia del PRI Oaxaca aseguró en conferencia de prensa que el país atraviesa “una ingobernabilidad absoluta”, una crisis que, según denunciaron, el gobierno federal intenta minimizar con discursos triunfalistas, propaganda oficial y reformas que, lejos de fortalecer al Estado, lo vuelven más opaco y más peligroso para sus ciudadanos.
La presidenta del partido en la entidad, Carmelita Ricardez, inició acusando que la violencia desbordada no es un fenómeno aislado ni una tragedia geográfica concentrada en Michoacán. “Esto está ya en todo el país”, sentenció. Luego lanzó un mensaje que, dijo, hace como madre a la presidenta: que deje de actuar como jefa de partido y asuma la responsabilidad de garantizar seguridad a las familias mexicanas. “¿Qué va a seguir soportando la gente? Quienes no pueden gobernar, que se vayan”, remató.
El reclamo resuena con la indignación nacional: asesinatos políticos, alcaldes extorsionados y candidatos intimidados se han vuelto rutina. Organizaciones de la sociedad civil han documentado más de 50 homicidios de actores políticos en los últimos procesos electorales, mientras el discurso oficial insiste en que “todo está tranquilo”.
Pero en Oaxaca, añadieron, la descomposición no solo se siente en cifras: se ve en la tierra. El secretario general del PRI estatal, Jesús Madrid, recordó la violencia y el caos electoral que han marcado los procesos en municipios que se rigen por Sistemas Normativos Internos como San Agustín de las Juntas o San Pablo Coatlán. “La inseguridad ya llegó a nuestras elecciones. Que le quede claro a Salomón: Donato Vargas y otros operadores de Morena siguen desestabilizando la región mixe,” afirmó, responsabilizando directamente al gobierno estatal de intervenir y reventar votaciones comunitarias que deberían ser libres de intereses partidistas.
Ricardez retomó el micrófono para apuntar ahora al bolsillo de los oaxaqueños: el Presupuesto 2026, ya aprobado en lo general por Morena y aliados, continúa reduciendo recursos en salud, educación y seguridad. Presiones reales: el recorte a la salud pública se estima en más del 9% en términos inflacionarios; las escuelas rurales operan con menos apoyo; los municipios reportan patrullas paradas por falta de gasolina. “A Morena no le interesa apoyar a los mexicanos, les interesa mantenerse en el poder”, acusó.
Por su parte, Edwin Vásquez, secretario de Acción Electoral, alertó sobre el reciente fallo del Tribunal Electoral que elimina el requisito de credencial del INE para reunir firmas. Esto, advirtió, abre la puerta a la simulación y al uso indebido de bases de datos del gobierno para inflar apoyos. “Lo mínimo que pedimos es certeza, no firmas fantasma.”
El Dr. Felipe Martínez, secretario de Organización, quien vinculó el alto costo de la inseguridad y el deterioro de servicios públicos con el incremento histórico de la deuda nacional. “En solo siete años, Morena aumentó la deuda en 10.6 billones de pesos”, señaló. Mientras tanto, agregó, se recorta a educación, cultura y al campo, “pero sí hay dinero para control político y para pagar intereses por ese endeudamiento irresponsable”.
El remate final quedó en voz de Ricardez: “Como lo dijo nuestro dirigente nacional Alejandro Moreno: si el gobierno federal no puede solo, que solicite ayuda internacional y que recupere la gobernabilidad del país”.
La conferencia cerró con preguntas que seguirán rodando en la conversación pública:
¿Cuánto más puede resistir México con instituciones debilitadas?
¿Quién está realmente en control de la seguridad nacional?
¿De qué sirve un presupuesto que se presume más grande si cada año alcanza para menos?
Por ahora, desde Oaxaca, el PRI pidió lo que millones exigen en las calles, en redes y en sus hogares: resultados reales. No narrativas. No excusas. No propaganda.










