La violencia política en México alcanzó un punto crítico con el registro de 10 asesinatos de alcaldes en funciones durante el primer año de gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum, cuyo mandato inició el 1 de octubre de 2024.
Este saldo implica, en promedio, un homicidio doloso de un edil por mes, superando significativamente la incidencia observada al inicio del sexenio previo.
La ola de violencia refleja la vulnerabilidad de las autoridades municipales, situadas en la primera línea del contacto territorial con la ciudadanía y con grupos criminales.
El recuento incluye ediles de diversos estados; en Oaxaca se lamentan dos asesinatos: Román Ruiz Bohórquez, de Candelaria Loxicha (15 de octubre de 2024), y Mario Hernández García, de Santiago Amoltepec (15 de mayo de 2025). También se reportan casos en entidades como Guerrero, Michoacán, San Luis Potosí e Hidalgo.
La cifra de 10 homicidios en un solo año se acerca peligrosamente a los 23 asesinatos de alcaldes registrados durante todo el sexenio 2018–2024 del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien en su primer año contabilizó siete casos —promedio de un asesinato cada tres meses—.
La agudización de la violencia contra líderes municipales representa un desafío de primer orden para la seguridad pública y la gobernabilidad en el país.










