Con el 92% de las mesas escrutadas, La Libertad Avanza (LLA) capturó el 40,84% de los sufragios, superando al peronista Fuerza Patria con el 24,50%, según datos del Ministerio del Interior. El oficialismo ganó en 15 provincias, incluyendo Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, sumando 64 nuevos diputados y 20 senadores, alcanzando el tercio necesario en Diputados para blindar vetos y avanzar en reformas estructurales, un hito que Milei calificó como ‘el punto bisagra para la Argentina grande’.
La advertencia de Trump, quien condicionó su apoyo económico al éxito de LLA, se materializó en reuniones previas con el secretario del Tesoro Scott Bessent, quien elogió las ‘audaces reformas’ de Milei y anunció un swap multimillonario para estabilizar reservas y pagar deudas. Esto se suma al préstamo FMI de 20.000 millones de dólares aprobado en abril, que fortaleció la balanza de pagos ante vencimientos de 7.521 millones en 2026, impulsando la confianza de mercados con bonos argentinos subiendo 30% en Wall Street post-elección.
Milei, en el poder desde diciembre de 2023, aplicó una ‘terapia de shock’ que incluyó recortes de subsidios energéticos y transporte, despidos de 70.000 empleados estatales, devaluación inicial del peso del 54% y unificación cambiaria, logrando el primer superávit fiscal de 0,4% del PIB en siete meses frente a un déficit heredado de 15%. La inflación, que alcanzó 211% en 2023, cayó al 104% en 2024 y se proyecta al 18,3% para 2025, con mensuales en 1,5%, el más bajo desde 2017.
Estos logros, respaldados por el FMI y Trump como ‘aliado sistémicamente importante’, devuelven estabilidad tras una recesión del 3,2% en 2024, con crecimiento proyectado del 5% para 2025 según Banco Mundial. Milei convocó a diálogo con no peronistas para reformas, mientras la pobreza bajó 22 puntos al 35% gracias a recuperación salarial y empleo, aunque críticos señalan costos sociales y riesgos de fragilidad sin consolidación fiscal.
El triunfo, que iguala récords históricos de bancas oficialistas desde 1983, posiciona a Milei para reelección en 2027, con elogios globales de The New York Times y Financial Times por su ‘gran victoria’ que redefine el mapa político. Washington y FMI ven en Argentina un dique contra China en Latinoamérica, priorizando estabilidad cambiaria y exportaciones de commodities como carne y litio.










