Soledad Jarquín enfrenta al poder con el testimonio del feminicidio de su hija y denuncia un sistema judicial roto ante estudiantes y defensores de derechos humanos
Diario Cambio 22 participa: Renán Castro Madera llama a no normalizar la narcopolítica y a defender el derecho a la verdad
El testimonio de una madre que convirtió el dolor en lucha
Renán Castro Hernández
SemMéxico/Cambio 22, Cancún, Quintana Roo, 22 de octubre de 2025.– La Universidad La Salle Cancún fue escenario de una de las presentaciones más conmovedoras del año, el lanzamiento del libro “Revelaciones de un crimen de Estado: Impunidad, corrupción y complicidad”, de la periodista Soledad Jarquín Edgar, madre de María del Sol Cruz Jarquín, asesinada en 2018 en Juchitán, Oaxaca.
El evento reunió a periodistas, académicos, estudiantes de Derecho y defensores de derechos humanos en un foro donde la autora expuso con crudeza cómo las instituciones del Estado mexicano han sido incapaces o cómplices en la búsqueda de justicia para su hija y para miles de mujeres víctimas de feminicidio en el país.
Una madre que escribe lo que la justicia calló
Desde el inicio de su intervención, Jarquín dejó claro que su libro no es una obra literaria ni un documento de denuncia aislado, sino un testimonio doloroso nacido del fracaso del sistema judicial mexicano.
“Este libro no debió existir,Nadie debería tener que escribir sobre el asesinato de su hija, pero si no hay justicia, hay palabra, y con la palabra seguimos peleando”, expresó ante un auditorio que la escuchó con un silencio absoluto.

Relató cómo María del Sol, fotógrafa, fue obligada a cubrir una campaña política en Juchitán fuera de sus funciones oficiales y terminó asesinada en un ataque armado junto a otras dos personas. Desde entonces, las irregularidades, omisiones y actos de encubrimiento han sido la norma en una investigación que debería haber sido ejemplo de justicia con perspectiva de género.
“Robaron evidencias, alteraron las sábanas de llamadas y hasta fabricaron testigos, en México, los feminicidios se archivan, se olvidan o se justifican”, denunció.
Las universidades como semilleros de conciencia
La presentación, moderada por Cecilia Solís, se dirigió especialmente a los estudiantes de Derecho, Jarquín los exhortó a convertirse en una nueva generación de abogados con ética y empatía, dispuestos a enfrentar la corrupción institucional que permite que los feminicidas sigan libres.
“Ustedes tienen el poder de cambiar las cosas desde la ley, pero con humanidad. No basta con aplicar el código; hay que escuchar el dolor de quienes ya no tienen voz”, señaló.

La abogada Maria Teresa Paredes también ponente desglosó los errores jurídicos del caso y explicó los mecanismos internacionales disponibles cuando el Estado mexicano falla, como las denuncias ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y los comités de la ONU.
Subrayó que la lucha de Jarquín ha marcado un precedente en la exigencia de justicia por violaciones graves a los derechos humanos en contextos de impunidad institucionalizada.
Durante su intervención, la abogada subrayó la importancia de comprender los fundamentos legales que rodean los casos de feminicidio y violaciones a los derechos humanos.
Explicó a los estudiantes de Derecho que detrás de cada expediente existe una cadena de omisiones que impide acceder a la justicia, y que su labor futura deberá centrarse en garantizar la debida diligencia, el derecho a la verdad y la reparación integral del daño.
Señaló que, en el caso de María del Sol, las autoridades estatales no sólo fallaron en la investigación, sino que incurrieron en omisiones graves que derivaron en impunidad, enfatizando que este tipo de hechos deben convertirse en lecciones vivas dentro de las aulas jurídicas para construir un país donde la justicia no sea un privilegio, sino un derecho efectivo para todas las víctimas.
El periodismo frente al poder, la voz del Periódico Diario Cambio 22
Entre los presentadores Renán Castro Madera, director de Diario CAMBIO 22, enfatizó la responsabilidad de los medios de comunicación ante los abusos del poder.
En su intervención, recordó que el caso de María del Sol simboliza la alianza peligrosa entre crimen organizado y estructuras gubernamentales, un fenómeno que también se refleja en Quintana Roo y otras regiones del país.
“Este libro no sólo es una denuncia, es una radiografía de un sistema podrido que prefiere silenciar a las víctimas. En México, la narcopolítica se disfraza de institucionalidad, y el silencio se paga con complicidad”, advirtió.
Castro Madera recordó que, desde el Diario CAMBIO 22, se han documentado casos de impunidad, corrupción judicial y violencia contra mujeres, insistiendo en que el periodismo debe ser contrapeso del poder, no su vocero.
“Si el periodismo se arrodilla, la justicia muere”, sentenció.
Graciela Machuca: “El expediente no siente, pero la víctima sí”
La periodista y defensora Graciela Machuca se sumó al panel con una reflexión humanista y crítica:
“Las víctimas no son números, Cada carpeta mal integrada es una vida que se apaga. México necesita abogados que entiendan que el Derecho no es sólo un instrumento técnico, sino un acto de justicia social”.
Machuca quien también ha enfrentado amenazas por su trabajo pidió a los futuros profesionales no dejarse absorber por la burocracia y recordar que “una firma puede salvar una vida o sepultar un caso para siempre”.
Un llamado a no normalizar la impunidad
El evento no se limitó a la exposición del caso, se convirtió en un espacio de catarsis colectiva y análisis político sobre lo que implica vivir en un país donde la impunidad se institucionaliza.
La autora denunció que su caso lleva más de seis años sin una sentencia por feminicidio, mientras los responsables siguen ejerciendo cargos públicos o gozan de protección política.
“Por eso hablo de crimen de Estado, porque hubo participación, omisión y encubrimiento desde el poder. Nadie se atreve a tocar a los culpables”, explicó Jarquín ante un público que respondió con un aplauso largo y dolido.
El simbolismo de Cancún y La Salle
La elección de Cancún como sede de esta presentación tiene peso simbólico, Quintana Roo enfrenta una ola creciente de feminicidios y desapariciones, mientras los colectivos feministas denuncian negligencia institucional.
La presencia de Soledad Jarquín en una universidad católica de prestigio como La Salle significó llevar el testimonio de impunidad hasta el corazón de la juventud académica y jurídica del Caribe mexicano, donde también se libra una batalla contra la violencia estructural.
La institución reconoció públicamente el valor del libro como herramienta educativa y de conciencia social, entregando constancias de participación a los ponentes y abriendo un espacio permanente de reflexión sobre género, justicia y derechos humanos.
Una obra que ya es símbolo nacional
Revelaciones de un Crimen de Estado trasciende el caso de María del Sol, se ha convertido en un documento que pone en evidencia el colapso del sistema judicial mexicano, la falta de perspectiva de género en la procuración de justicia y la normalización del dolor como parte de la vida pública.
Desde Oaxaca hasta Quintana Roo, la voz de Soledad Jarquín resuena como la de miles de madres mexicanas que se han vuelto abogadas, investigadoras y periodistas por necesidad, mientras los responsables de sus tragedias caminan libres bajo el amparo del poder.
El evento concluyó con una frase que encapsula la esencia de la tarde:
“Mientras haya una madre buscando a su hija, este país no estará en paz”.
El libro, una edición independiente impresa por Proveedora Gráfica de Oaxaca con el apoyo del Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad Oaxaca A.C., el Servicio Civil para la Paz Alemán y Front Line Defenders, se distribuye ya en todo el país y ha sido presentado en Oaxaca, Ciudad de México y Chetumal, recibiendo aplausos, reflexión y lágrimas en cada foro.
En Cancún, su paso dejó una huella profunda, la confirmación de que la justicia mexicana está rota, pero también de que hay quienes no se cansarán de exigirla.

Reconocimientos y agradecimientos a quienes hicieron posible este encuentro:
A la Universidad La Salle Cancún, por abrir sus puertas y permitir este espacio de reflexión y diálogo.
A la Facultad de Derecho y su coordinación académica, por la organización y apoyo en la presentación.
A los estudiantes de Derecho y al Consejo Estudiantil, por su participación activa y su compromiso con la justicia social.
A la periodista Cecilia Solís, presentadora del evento, por su conducción y presentación de los ponentes.
A la Lic. María Teresa Paredes, por su valiosa exposición jurídica y su defensa del derecho a la verdad.
Al periodista y director de Diario CAMBIO 22, Renán Castro Madera, por su análisis crítico sobre la impunidad y la narcopolítica en México.
A la periodista y defensora de derechos humanos, Graciela Machuca, por sus reflexiones sobre la empatía y la humanización en la práctica legal.
A Soledad Jarquín Edgar, autora del libro “Crímenes de Estado”, por su testimonio de vida y su incansable lucha por la justicia.
A Horacio Reyes, reconocido defensor de los derechos humanos, por su constante labor en apoyo a los adultos mayores.
A los medios de comunicación presentes, por dar voz a las víctimas y acompañar las causas sociales.
A los presidentes de Consejo Universitario y directivos de La Salle Cancún, por su respaldo institucional.
Con profunda solidaridad, expreso mi respeto hacia Soledad Jarquín y hacia todas las madres y familias que, como ella, han convertido su dolor en una voz que no se rinde, su lucha representa la resistencia más digna ante un sistema que ha fallado en su deber de proteger y hacer justicia. Su perseverancia nos recuerda que la verdad no puede enterrarse y que cada paso que dan, cada palabra que pronuncian, es también un llamado urgente a transformar el país desde la memoria y la empatía…

Fuente: SEMMÉXICO










