Apatzingán, Michoacán.— El cuerpo de Bernardo Bravo Manríquez fue hallado sin vida dentro de su vehículo en el camino a la comunidad de Los Tepetates, cercano a la carretera Apatzingán–Presa del Rosario. Presentaba impactos de bala. La Fiscalía General del Estado de Michoacán confirmó el homicidio y abrió una carpeta de investigación para identificar a los responsables.
Bravo Manríquez era reconocido por impulsar el desarrollo sustentable del cultivo de limón en la región. El 15 de octubre encabezó una manifestación pacífica en Apatzingán para denunciar extorsiones del crimen organizado, que exige cuotas por cada cosecha y venta. En abril, tras episodios de violencia y narcobloqueos, llamó a instalar una mesa de trabajo por la paz en el Valle de Apatzingán.
El asesinato generó condenas de productores y actores políticos. El diputado Octavio Ocampo (PRD) exigió justicia y pidió proteger a líderes agrícolas. Productores locales advirtieron que la inseguridad pone en riesgo la estabilidad del campo michoacano, donde el limón es sustento para miles de familias.
Apatzingán, epicentro de la citricultura nacional, padece desde hace años el sometimiento de grupos delictivos que controlan zonas productivas mediante amenazas y cobros ilícitos. Autoridades estatales y federales han intensificado patrullajes; sin embargo, el caso subraya la necesidad de medidas de protección más efectivas para defensores del sector agrícola.