En una jornada electoral sin incidentes mayores, Bolivia celebró este domingo la primera segunda vuelta presidencial de su historia, donde Rodrigo Paz Pereira se consolidó como el virtual presidente electo. El conteo rápido del Tribunal Supremo Electoral (TSE) reveló que el candidato del PDC acumuló el 54.5% de los sufragios, equivalente a más de 3.3 millones de votos, frente al 45.5% de Jorge ‘Tuto’ Quiroga de la alianza Libre, con el 97.27% de las actas procesadas.
La victoria de Paz, hijo del exmandatario Jaime Paz Zamora, representa un giro hacia el centroderecha moderado en Bolivia, impulsado por el descontento con la crisis económica caracterizada por escasez de combustibles, caída de reservas internacionales y alza en el costo de vida. Quiroga, quien reconoció la derrota en una llamada telefónica, llamó a una ‘actitud madura’ para enfrentar los desafíos del país, enfatizando la necesidad de unidad nacional.
El PDC dominó en seis de los nueve departamentos, incluyendo Tarija, donde Paz votó temprano, y Santa Cruz, bastión opositor al MAS. Su compañero de fórmula, Edmand Lara, celebró los resultados y anunció su viaje a La Paz para reunirse con Paz, quien aún no se ha pronunciado públicamente pero se espera su discurso en el Hotel Presidente, donde militantes festejan con cánticos y banderas.
Esta elección histórica, observada por la OEA que elogió la transparencia y normalidad del proceso, deja al MAS fuera del poder por primera vez en 20 años. Paz, economista de 58 años con estudios en Relaciones Internacionales en Estados Unidos, prometió un ‘capitalismo para todos’ con énfasis en estabilidad fiscal, atracción de inversiones y diálogo con comunidades indígenas, manteniendo un conservadurismo cristiano en lo social.
El nuevo mandatario asumirá el 8 de noviembre para un período de cinco años, enfrentando el reto de estabilizar la economía y reconstruir la confianza institucional en un contexto de polarización política. Líderes regionales como Javier Milei de Argentina ya felicitaron a Paz, destacando el compromiso boliviano con la democracia y el deseo de renovación.