El personal adscrito a las diversas unidades administrativas del Servicio de Administración Tributaria (SAT) anunciaron una “protesta laboral pacífica de brazos caídos” para el próximo martes 14 de octubre de 2025 a partir de las 08:00 horas, en demanda por la falta de aplicación del incremento salarial correspondiente al año 2025.
Las oficinas del SAT a nivel nacional se mantendrán bajo protesta, lo que podría retrasar trámites de contribuyentes, como el caso de Oaxaca, donde la demanda de citas es constante.
Y es que pesar de que el aumento del 12% al salario mínimo fue publicado en el Diario Oficial de la Federación el 19 de diciembre de 2024, elevando el salario diario general a $278.80 pesos y entrando en vigor el 1 de enero de 2025, el personal del SAT denuncia que, a la fecha, dicho incremento no se ha reflejado en sus percepciones.
La situación ha generado “evidente incertidumbre e inquietud” entre el personal de confianza, que incluye abogados, analistas, auxiliares y enlaces. Esta preocupación se intensifica ante las recientes declaraciones de la Presidenta Constitucional, Claudia Sheinbaum, quien ha señalado en sus conferencias que “no habrá más aumentos para los servidores públicos de la federación”.
El personal del SAT subraya que el aumento salarial es fundamental para contrarrestar el efecto de la inflación en México, que año tras año provoca un aumento generalizado y sostenido de los precios, haciendo que el salario nominal resulte insuficiente para cubrir las necesidades básicas diarias.
La convocatoria a la protesta laboral exige al Jefe del SAT, a los Administradores Generales, Centrales y Desconcentrados, que “vean y procuren por el personal bajo su mando”, presten atención a las necesidades de los trabajadores, e insta a respetar los derechos laborales y a “no afectar de manera negativa el salario de los empleados”.
La manifestación pacífica, que pide a los participantes portar vestimenta en color rojo o negro, también busca visibilizar el “estado deplorable de los inmuebles y de los muebles de trabajo” del organismo, y exhorta a los directivos a poner en práctica las “políticas de ética e integridad que tanto predican”.