Las lluvias torrenciales registradas en los últimos días en México han dejado un saldo trágico de 31 personas fallecidas en estados como Hidalgo, Puebla, Veracruz y Querétaro. En Veracruz, el desbordamiento del río Cazones provocó inundaciones masivas en Poza Rica, donde el agua superó los tres metros de altura en varias zonas urbanas, atrapando a cientos de residentes en techos de viviendas, comercios y vehículos.
Entre las víctimas en Veracruz se encuentran un policía de Papantla que perdió la vida durante labores de rescate, un médico arrastrado por la corriente en Los Reyes y una estudiante de la Universidad Veracruzana ahogada en las calles inundadas de Poza Rica. El Ejército Mexicano activó el Plan DN-III-E y la Secretaría de Marina el Plan Marina para asistir a los damnificados, con miles de elementos desplegados en rescates y evacuaciones.
Las afectaciones se extienden a más de 48 municipios veracruzanos, con ríos como Tecolutla, Pantepec y Nautla también desbordados, dejando comunidades incomunicadas y miles de viviendas anegadas. En Poza Rica, colonias como Ampliación Morelos, La Florida y Gaviotas sufrieron los peores impactos, con vehículos sumergidos y comercios completamente cubiertos por el agua.
La gobernadora de Veracruz, Rocío Nahle, supervisó las labores de atención en Poza Rica y Álamo, coordinando con autoridades federales la entrega de víveres y la limpieza de zonas afectadas. Protección Civil mantiene una Alerta Gris activa, advirtiendo de posibles lluvias adicionales que podrían agravar la situación en suelos ya saturados.
El fenómeno climático, intensificado por tormentas tropicales en el Pacífico, ha generado escenas de desesperación captadas en videos virales, como niños aferrados a árboles y familias rescatadas en lanchas. Las autoridades evalúan los daños en infraestructura y agricultura, particularmente en la zona naranjera de Álamo, mientras se reportan saqueos en algunos almacenes de ayuda humanitaria.