A seis días de su denuncia, el activista Joaquín Galván demandó hoy una investigación exhaustiva por el caso de apropiación cultural cometido en contra de la comunidad de Santiago Juxtlahuaca por una empresa estadounidense y otra mexicana, que reprodujeron sus bordados y los colocaron sin autorización en una colección de ropa.
La campaña Diablos y Tecuanes se basó en las tradiciones y bordados de Juxtlahuaca, Oaxaca, y Acatlán, Puebla, por parte de las empresas Headquarter del modista Ricardo Campa y la empresa norteamericana Carhartt Wip, recordó el abogado de profesión.
“ Insto a la comunidad, a sus autoridades, a que soliciten inmediatamente a la empresa una reparación sobre esta apropiación, una disculpa , creo que es lo más adecuado que debería ser esa empresa”, subrayó el abogado.
Sin embargo, a pesar de que el plagio quedó documentado con fotografías y videos descargados y obtenidos de redes sociales y sitios web, hasta el momento no ha habido ningún pronunciamiento en torno a la realización de una pesquisa profunda para sancionar aquel acto.
“El 8 de agosto la activista Odilia Yego, activistas zapoteca en Los Ángeles, California, me notificó de una campaña publicitaria de una empresa llamada Headquarter y Carhartt Wip, una empresa estadounidense, sobre una campaña publicitaria donde tomaban elementos no solo elementos aislados sino todo el elemento concreto de los diablos de Juxtlahuaca , Oaxaca, y los Tecuanes, de una zona de Puebla, yacía en la invitación para la adquisición de prendas y chamarras con bordados de Diablos y Tecuanes de estas dos culturas”, explicó el activista.
A partir de ese momento, usuarios de redes sociales hicieron múltiples reclamos a ambas empresas lo que se tradujo en que se sumaran a las denuncias ilustradores de diversos puntos que acusaron que sus diseños sobre diablos y tecuanes también fueron utilizados por las empresas sin su consentimiento.
“ A partir de eso hubo una confrontación en redes contra la empresa y contra el diseñador Ricardo Campa, lo que hizo que retirara la campaña publicitaria que tenía”, precisó Galván.
No obstante, a pesar de ello, dijo, tienen reportes de que la colección de Campa fue vendida prácticamente en su totalidad, por lo que su acción de apropiación no tuvo grandes repercusiones.
“Una tienda se encuentra en colonia Roma en la Ciudad de México y que además, el diseñador hasta este momento simplemente ha actuado como si nada hubiera pasado”, dijo.
Joaquín Galván denunció que el diseñador únicamente negoció con los ilustradores y dejó en el desamparo a los artesanos oaxaqueños y poblanos, por lo que es importante una acción de las autoridades.
“No sé, hasta el momento, si las autoridades de Juxtlahuaca o el gobierno del estado han hecho del conocimiento de la población que sus obras, su identidad, fueron usadas por 2 empresas para vender productos vinculados con ellos es su autorización y sin cumplir todo lo que se tiene que cumplir para una apropiación cultural debida.