Después de más de 19 años en prisión sin sentencia, Israel Vallarta Cisneros salió del penal del Altiplano la mañana de este 1 de agosto de 2025, tras recibir una sentencia absolutoria dictada por la jueza Mariana Vieyra Valdez, titular del Juzgado Tercero de Distrito en Materia Penal en Toluca. Vallarta, de 53 años, fue liberado de inmediato luego de que el tribunal desestimara los cargos de secuestro, delincuencia organizada y posesión de armas de uso exclusivo del ejército, señalando graves irregularidades en el proceso, como el montaje televisivo de su detención en 2005 y las denuncias de tortura.
En su primera entrevista tras recuperar la libertad, Vallarta fue enfático: “Yo no tengo nada que ocultar”. Criticó la insistencia de la Fiscalía en mantener su culpabilidad, incluso después de que un amparo le otorgara la sustitución de la prisión preventiva. “Todavía ayer me notificaron que habían interpuesto una revisión, un amparo que se me otorgó para que se me diera la medida cautelar. Y aún así siguen empecinados en sostener una verdad con hilos rotos, podridos”, declaró. Vallarta también señaló que parte de las acusaciones en su contra provinieron de personas “pagadas por seres oscuros”, y prometió que en el futuro dará a conocer detalles y documentos que evidencian las “aberraciones” cometidas en su caso y en el sistema judicial mexicano.
Sobre la posibilidad de buscar una reparación del daño, Vallarta explicó que todo debe seguir un proceso legal. Recordó que en 2019 se le ofreció una amnistía, pero la rechazó porque su caso aún no estaba resuelto de fondo. “No es que lo haya rechazado como tal, solamente aclaré que no era el momento correcto porque para ver, yo he podido haber recibido ese favor por parte del poder ejecutivo, en este caso del presidente, pero tiene que haber agotado todos los recursos. Estaba en proceso, apenas ayer se acabó la primera etapa, al final, afortunadamente, fue la primera sentencia y única”, explicó. La presidenta Claudia Sheinbaum ha señalado que la reparación debe solicitarse mediante juicio, algo que Vallarta está dispuesto a considerar.
El caso de Israel Vallarta ha sido ampliamente documentado como un emblema de injusticia prolongada en México, especialmente tras revelarse el montaje televisivo de su detención, escenificado y difundido en cadena nacional el 9 de diciembre de 2005. Desde 2022, el Comité contra la Tortura de la ONU había emitido medidas provisionales a su favor, solicitando al Estado mexicano sustituir la prisión preventiva por otras medidas menos restrictivas, debido al deterioro de su salud física y mental, agravado por las condiciones de reclusión.
La sentencia absolutoria dictada por la jueza Mariana Vieyra Valdez representa un paso fundamental en la reparación del daño y sienta un precedente relevante en la lucha contra la tortura, el uso de pruebas ilícitas y la prisión preventiva prolongada en México. El Instituto Federal de Defensoría Pública confirmó que su libertad está en proceso y espera conocer el contenido completo de la sentencia. Vallarta, por su parte, ha prometido compartir más detalles sobre su caso y las irregularidades del sistema judicial en los próximos días.