La noche del domingo 29 de junio, alrededor de la medianoche, un macabro descubrimiento sacudió al norte de Culiacán, Sinaloa, cuando autoridades confirmaron el hallazgo de 20 personas asesinadas. El reporte inicial llegó al número de emergencia 911 por parte de automovilistas que alertaron sobre cuerpos colgados en el puente del Seminario sobre la carretera México 15, junto a una camioneta abandonada.
Según el Servicio Médico Forense (SEMEFO), 16 cuerpos fueron encontrados dentro de una vagoneta blanca estacionada bajo el puente, mientras que cuatro más, decapitados, estaban colgados de pies hacia abajo con cuerdas del lado izquierdo del puente, en sentido de norte a sur.
Elementos de la Guardia Nacional División de Caminos, agentes de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, y personal conocido como ‘agentes de Harfuch’ ya habían acordonado la escena, restringiendo el acceso debido a la violencia gráfica.
Un reportero en el sitio confirmó visualmente los cuatro cuerpos colgados, mientras que, en la vagoneta blanca, ubicada del lado derecho en sentido hacia el norte, se alcanzaron a observar cadáveres en la caja.
La camioneta tenía una lona enredada, con un mensaje, que las autoridades retiraron rápidamente, impidiendo su lectura. Testigos mencionaron haber visto vehículos armados y bloqueos previos, sugiriendo un ataque coordinado, posiblemente entre facciones del crimen organizado.
La Fiscalía del Estado de Sinaloa informó que todas las víctimas son del sexo masculino y presentan indicios de heridas por proyectil de arma de fuego