Patricia Casiano Zaragoza, originaria de Huautla de Jiménez, ha sido nombrada la Diosa Centéotl 2025, la figura que encabezará la máxima fiesta de los oaxaqueños, la Guelaguetza. Su triunfo no solo se basó en su desenvolvimiento y seguridad, sino en un poderoso mensaje que resonó profundamente: “La justicia solo existe para aquellos que pueden pagarla y nosotros los indígenas solo esperamos la justicia de Dios.”
La elección de la Diosa Centéotl, que tradicionalmente se enfocaba en la cultura y arraigo de las tradiciones, se transformó en los últimos dos años en un foro para que mujeres de diversas comunidades de Oaxaca expusieran las realidades y carencias de sus pueblos a través de sus oratorias.
Este cambio convierte el certamen en una plataforma de denuncia y empoderamiento. Voces que desnudan la realidad de Oaxaca, ya que las decenas de participantes no dudaron en visibilizar problemáticas sociales y culturales que aquejan a sus comunidades.
Ayelen Olbera Rivera de Teotongo sentenció: “En un mundo de ruido y plástico elijo ser de barro y resistencia”, reflejando el sentir de muchos pueblos que luchan por preservar su identidad frente a la modernidad.
Desde Tlacolula, Antonia Andrés Sánchez alzó la voz contra el regateo que sufren los artesanos con la dolorosa pregunta: “¿Cuánto lo menos?”, al exigir valorar las “manos maltratadas por el trabajo”.
La sabiduría de la tercera edad se hizo presente con Irene Aguilar de Ocotlán de Morelos, quien defendió a su generación al afirmar que no son “estorbos”, sino “una computadora andando”. Aguilar invitó a escuchar a los mayores: “Escuchen a sus abuelos, porque son los que nos dicen el pasado y leen el futuro”.
Denuncias de discriminación en el propio certamen
Sin embargo, el certamen no estuvo exento de controversia. En redes sociales, el usuario Erick Adrián denunció un acto de discriminación contra la participante de Tenango. Según su testimonio, la concursante llegó tarde debido a las fuertes lluvias y derrumbes en su comunidad, lo cual explicó a la organización.
No obstante, el encargado de organizar a las participantes supuestamente le respondió tajantemente que no se repetiría el ensayo por su culpa y la colocó al final de la fila, haciendo un comentario despectivo sobre su estatura en relación con la última participante.
Este incidente ha generado indignación y ha puesto de manifiesto la necesidad de garantizar el respeto y la seguridad de todas las participantes, al priorizar su bienestar y evitar cualquier forma de discriminación, incluso dentro de un espacio que busca celebrar la cultura y la identidad.
La elección de Paty Casiano, mujer mazateca y las voces de todas las mujeres participantes en el certamen de la Diosa Centéotl 2025 han dejado claro que la Guelaguetza no solo es una fiesta de folclore, sino también un espacio para la reflexión, la denuncia y la resistencia de los pueblos indígenas de Oaxaca.